Poetas y melenas
Lo que ya no se lleva son las melenas, o 'melenias'. Bibiana se cortó la suya y está di-vi-na
Modas y antimodas a ambos lados del charco
En un mundo cada vez más prosaico se lleva la poesía. Años, o siglos después, una nueva generación de poetas, y especialmente, de lectores de poesía, está haciendo el milagro. Nacen y crecen pequeñas editoriales que publican un género que parecía en declive, y la gente lo lee gracias a editores y poetas como Elena Medel y su editorial La Bella Varsovia, Elvira Sastre y el libro que presentará este mes La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida, o el reciente y tristemente desaparecido José Ignacio Montoto. Mientras haya poetas y poesía, hay esperanza.
Adiós a las ‘melenias’
Y de la danza al crimen, frase robada sin ninguna poesía a Bibiana Fernández, que la usa, como la mayoría de sus expresiones, magistralmente. Lo que ya no se lleva son las melenas, o melenias. Bibiana se cortó la suya y está di-vi-na, de gira con Manuel Bandera, y Mario y Alaska por los teatros españoles. Casi olvidada en las redes la polémica del #nomelaniahair de Olivia Wilde, la melena larga y ondulada es el distintivo de un tipo de mujer del que muchas prefieren desmarcarse.
Nueva York, y sus poetas
Algunos hombres también están hartos de tener que vestir cortados por el mismo patrón en plena eclosión de la mezcla de masculino y femenino. Barack Obama se atrevió con los mom jeans: esos vaqueros de madre que hacen tipo de botijo, y que Michelle Obama tiró muy acertadamente a la basura. Él y otros caballeros norteamericanos — incluido el presidente electo, fan de los trajes de 6.000 dólares— podrán inspirarse en el poeta andaluz de la moda Alejandro Gómez Palomo. A sus 24 años y con solo dos colecciones desfilará a principios de febrero en la semana de la Moda de Nueva York, invitado por la CFDA, la Asociación de Diseñadores de Moda de América. A eso se le llama llegar y besar al santo Palomo.
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