Memorando mis fans

Queridos fans:

Perdonad que empiece esta carta con un reproche, pero, en este año que ha terminado he comprobado que flojeabais en vuestra labor de fans. Empezasteis fuerte, hay que reconocerlo, pero os desinflasteis; y en el último trimestre, por ejemplo, se hizo evidente un descenso en las peticiones de fotos. Así de memoria solo recuerdo en la última semana hacerme UNA sola foto con una mujer mayor —y en realidad me confundió con Mario Casas, por lo tanto, no cuenta—.

No es que seáis malos fans, pero os tenéis que esforzar más —¡Qué envidia como se comportan los de Dani Rovira!—.

Para que todo os sea más fácil he elaborado un memorando. Atended:

En cuanto me detectéis señaladme con el dedo y gritad mi nombre.

Hablad de mí como si no estuviera delante.

Zarandeadme mientras me halagáis.

Obligadme a ir a saludar a un grupo de amigos que estén en otro sitio —siempre debe ser el famoso el que va y no al revés, creía que estaba claro—.

Haced siempre una segunda foto por si acaso.

Reconozco que los autógrafos empiezan a estar demodé, aún así, pedidme alguno —¿Qué os cuesta? Pensad que en el futuro por mi rúbrica os pueden llegar a dar 20 “eurazos” en mano—.

Si tenéis un allegado al que le puede hacer mínimamente ilusión una llamada mía, no desaprovechéis la ocasión, si me tenéis delante, de pasármelo al teléfono.

Y en general sed más efusivos: Sonreídme, miradme fijo, oled mi pelo… apretadme el brazo…

Y esto es un poco todo. Interiorizarlo y hacedme sentir especial.