14 fotosHuéspedes, además de refugiadosEn el Hotel City Plaza de Atenas, un grupo de activistas apoya a quienes han huido de la guerra y la violencia en sus países y se encuentran con una Europa cerrada Atenas - 02 ene 2017 - 08:31CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceVoluntarios en la entrada principal del hotel. Su lema: 'Vivimos juntos, la solidaridad ganará'.Maria Contreras CollRabi, un voluntario y huésped sirio, apunta una de las actividades para el jueves en la puerta del comedor principal.Maria Contreras CollHoy en la cocina es el turno de Wahid, afgano de 28 años. Se hospeda en el hotel con su esposa Bahare, iraní de 24. Es escritora y ha venido a Europa para escribir y publicar su obra de manera libre.Maria Contreras CollSalah, de 24 años, recoge los platos de la habitación que comparte con su hermano y su madre. Fue criado en Alepo con sus cinco hermanos. Desde que nació, Salah tiene una discapacidad física.Maria Contreras CollFatima nació y se crió en Shalkyh Al Hadid, un pequeño pueblo al norte de Siria. Se mudó con su familia a Alepo, donde tubo seis hijos. A dos de ellos se les ha concedido asilo en Estados Unidos y en Alemania. Los otros dos siguen en campos militarizados para refugiados en Grecia. Salah, de 24 años, y Mustafa, de 34 años, viven con ella en el Hotel.Maria Contreras CollFatima padece hepatitis C y diabetes, enfermedades que serían difíciles de llevar en un campo para refugiados al aire libre. En el hote, guarda la insulina en el minibar, y además, gracias al sistema de salud público griego puede tener sus medicamentos de manera gratuita. Maria Contreras CollEs la hora de la comida y Fatima (izquierda) tiene visita, mientras Mustafa (derecha) descansa en la cama de la habitación. “Tuvimos que irnos de Alepo en 2013 para ir a Afrin, dónde vivimos en un campo para refugiados sirios durante un año. Después fuimos a Turquía y allí trabajamos bajo muy malas condiciones”, recuerda el hijo de Fatima.Maria Contreras CollSalah repasa sus deberes de inglés en su habitación. Maria Contreras CollSalah, junto con otros huéspedes, asiste a una de las clases de inglés impartidas por los voluntarios del hotel. Antes de que llegara al City Plaza, apenas hablaba este idioma. Ahora se comunica con facilidad en la lengua de Shakespeare gracias a este tipo de actividades.Maria Contreras CollDespués de afrontar condiciones extremas en campos de refugiados griegos --como calor, falta de agua corriente o verse obligados a compartir con más personas un pequeño espacio--, los refugiados encuentran seguridad, privacidad y tranquilidad en el Hotel City Plaza.Maria Contreras Coll“Después de rezar me siento renovada, más en paz, con más fuerza que antes”, comenta Fatima. Mientras tanto, su marido está en Siria ayudando al ejército kurdo.Maria Contreras CollUn niño juega en el salón principal del City Plaza. En el hotel, 185 de los 400 huéspedes son menores.Maria Contreras CollLos niños ven una película en farsi en el salón principal. Esta iniciativa, liderada por una activista y voluntaria española, ha logrado crear un programa que mantiene a los niños ocupados todo el día con cine, clases de gramática o educación física.Maria Contreras CollEn el último piso del Hotel City Plaza, dos niños han construido una cabaña y se divierten en ella.Maria Contreras Coll