Así es el nuevo vinilo de villancicos de Jägermeister
El famoso licor de hierbas nos trae un presente navideño en forma de disco de villancicos reinterpretados por un ecléctico puñado de ases de la escena independiente. ¡Fun, fun, fun!
A diferencia del mercado anglosajón, donde el rock navideño es tradición y no hay apenas banda o solista que no haya aportado su copito de nieve al género, aquí en España se trata de un hecho aislado, episódico y anecdótico.
Una lástima, pues —desde Elvis hasta Lemmy Kilmister pasando por The Fleshtones— la mezcla de Navidad y rock ha alumbrado auténticas joyas. Que suponen, además, una alternativa festiva y gozosa al infumable recopilatorio de villancicos con el que nos machacan desde los altavoces de los centros comerciales y en las reuniones familiares. Poca cosa de enjundia podemos citar a nivel nacional, más allá del legendario y variado elepé de DRO Navidades radioactivas (1982) o las fabulosas recopilaciones del sello pamplonica Chin Chin Records (y que nos perdonen las Nancys Rubias y su single El mejor regalo eres tú).
Ahora, Jägermeister ayuda a aliviar a esta sequía con el lanzamiento de Merry Jäger Christmas, disco —de vinilo, como debe ser— de diez villancicos clásicos reinterpretados con ganas y originalidad por una esmerada selección —acorde con la esmerada portada, obra de la ilustradora Banessa Millet y serigrafiada a mano por Serigrafía Monoestereo— de artistas del más variado pelaje, todos de la escuadra Jägermusic. Como en un surtido navideño, hay un poco de todo: psicodelia, swing, surf instrumental, garaje lo fi, indie rock… y ruidos directamente inclasificables como la chiflada versión de El tamborilero que perpetra el one man band King Cayman. Como berrea festivamente el duo Zaragozano Los Bengala en Ande La marimorena (nuestro corte favorito), "…ande, ande, ande, que esta noche hay juerga". Amén.
LAS CANCIONES
BaywavesSanta Claus is coming to town
No, no son Tame Impala. Son los madrileños Baywaves cubriendo de pop psicodélico suave al clásico villancico anglosajón.
Los mambo jamboStaffansvisan
No es necesario bailar La bicicleta en Nochevieja. La banda del saxofonista Dani Nel.lo le pone swing a tu fiesta con esta versión de una canción navideña sueca.
Los BengalaAnde la marimorena
El dúo zaragozano toma uno de los villancicos más populares y lo convierte en una pieza de punk rock festivo y primitivo.
HolögramaLa nanita nana
Cuando Marisol cantó este villancico que también se convirtió en canción de cuna no imaginaba que los gaditanos Holögrama lo acercarían al rock psicodélico espacial.
Los Tiki PhamtonsFum, fum, fum
25 de diciembre, surf, surf, surf. Los Tiki Phantoms se llevan a su terreno el villancico que toda España ha cantado en la función de Navidad del colegio.
OcellotA Betlem me’n vull anar
Si Animal Collective se atreviesen a hacer una versión de un villancico típico catalán, no les saldría tan bien como a Ocellot.
TerrierLos peces en el río
¿Quién sabía que la canción navideña más surrealista —peces que beben— podía sonar a rock garajero? Los madrileños Terrier han sido capaces de lograrlo.
The Zephyr BonesCarol of the bells
Syd Barrett estaría orgulloso de cómo los barceloneses The Zephyr Bones consiguen que un villancico ucraniano suene a psicodelia expansiva.
King CaymanEl tamborilero
La solemnidad de El tamborilero se tiñe de oscuridad con la chalada versión del multiinstrumentista madrileño King Cayman.
Sen SenraNoche de paz
La Navidad también puede sonar lo fi. Lo sabé bien el Marc DeMarco vigués, Sen Senra, que hace que Noche de paz parezca una canción propia.
Merry Jäger Christmas se edita en una edición limitada de 500 copias que distribuirán los propios artistas. Además, está disponible en los principales servicios de streaming así como en www.jägermusic.es.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.