Modernizar el negocio más tradicional
Tres emprendedores catalanes pretenden revolucionar no solo el sector de la venta de flores sino la forma de pensar de los clientes con The Colvin Co
¿A quién no le da pena tirar unas flores regaladas solo tres días antes? ¿A quién no le ha dado rabia comprar un ramo por Internet que no le resulta de su gusto? Estas dudas pueden estar a punto de acabar. The Colvin Co es una empresa creada hace seis meses en Barcelona que pretende revolucionar la manera de recibir, regalar y relacionarse con las flores. “La magia se ha perdido y nosotros la vamos a recuperar”, aseguran los fundadores.
“Nuestro objetivo es dinamizar una industria muy resentida por la falta de innovación durante los últimos años”, explica Andrés Cester, cofundador de esta joven marca. La costumbre de comprar por Internet hace mucho que se extendió al mundo floral. Marcas como Interflora —que hace dos semanas anunció la expansión de la filial española a Portugal— tienen una penetración en el mercado casi total. Es un sector que ingresa por ventas casi 800 millones al año en España. Y estos tres emprendedores con estudios en la escuela de negocios ESADE (Andrés Cester, Marc Olmedillo y Sergi Bastardas, de 24 años ) han visto un hueco.
“¿Por qué las flores han de ser una cosa comprada por el hombre para la mujer? Los tres emprendedores
Los tres amigos decidieron poner fin a las “malas experiencias” que vivieron como clientes. Todo empezó la pasada primavera durante un trayecto de Barcelona a Madrid en el AVE. “Volvíamos al trabajo”, añade Sergi. Mientras iniciaban su vida laboral en multinacionales como Amazon y Citigroup, el trío se reunía por las noches para estudiar el mercado floral y hablar con clientes. “Sabíamos que si tirábamos para adelante, teníamos que ser rápidos”. Y en eso están; creciendo un 60% a la semana. Eso sí, directivos de Amazon, Google y Sitka Capital han creído en el negocio aportando por ahora un total de 300.000 euros. Se suma a la inversión inicial de unos 25.000 euros (prefiere no especificar) que hizo Eduardo de la Torre Aparicio, de 30 años y empleado en Citigroup. "Creí en el equipo gestor y en la idea de digitalizar el modelo de negocio como Uber adaptó los taxis o Starbucks el mundo del café", explica quien les dio su primer empujón financiero.
Defienden que sus flores “recién cortadas” y prácticamente sin intermediarios duran entre cuatro y cinco días más que las flores compradas a modo tradicional. Las segundas duran mucho menos porque son recogidas cuando ya están en un “estado avanzado de maduración”. Bastardas asegura que, al venir de Kenia y Colombia en la mayoría de los casos, cuando los bouquets llegan a la floristería pueden tener hasta 16 días de vida como flor cortada. Estos tres jóvenes aseguran que sus flores —que vienen de El Maresme (Cataluña) y Holanda— son cortadas tan solo tres o cuatro días antes de llegar al cliente. El precio, señalan, es otro de sus fuertes. El bouquet cuesta de 30 a 45 euros desde que lo escoges hasta que lo pagas a través de tarjeta en su página web. “No hay sobre coste” ni sorpresas, afirman.
Directivos de Amazon, Google y Sitka Capital han aportado por ahora un total de 300.000 euros
Además de favorecer al medioambiente y a la economía y producción local, viejas reivindicaciones que vuelven a estar de moda, The Colvin Co se ha servido de la figura de influencers y celebridades para dar a conocer su producto. “Inés Arroyo ya tiene su ramo”, insiste Bastardas al teléfono. Reconocen, sin embargo, que esta es una idea “aún en estudio”.
Un nombre intencionado
Claudette Colvin fue “la semilla”, explican los emprendedores, que detonó la lucha por los derechos civiles en EE UU, símbolo de cambio e inconformismo con la situación que se estaba viviendo en los años sesenta del siglo XX. “Nosotros también perseguimos cambiar la situación actual. Somos jóvenes, inconformistas y apostamos para que este proyecto marque la diferencia”. Con esta inspiración, Marc Olmedillo decidió bautizar a su nueva start up. De momento The Colvin Co opera solo en España, pero por poco tiempo: “Calculamos que podremos llegar al mercado italiano y francés a finales de 2017”, cierra Bastardas.
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