Por amor o supervivencia
El tiempo y esfuerzo dedicado por la gestora del PSOE a recuperar la autoridad en su grupo parlamentario es un acto algo a destiempo y miope
El pacto de coalición entre el PNV y el PSE parece haber pillado por sorpresa a la dirección socialista en Ferraz. Mientras la gestora está ocupada aplicando sanciones, la vida política sigue. Y en ese devenir que discurre con un PSOE sin líder y sin calendario congresual aparente, los barones socialistas gobiernan, pactan e intentan abrirse camino con independencia de una dirección nacional que, a día de hoy, poco les puede ofrecer.
El tiempo y esfuerzo dedicado por la gestora del PSOE a recuperar la autoridad en su grupo parlamentario es un acto algo a destiempo y miope, pues el liderazgo del partido no se juega en Madrid, sino en la articulación del discurso y poder entre Ferraz y sus territorios. Cuanto más se alargue la transición, más se debilitará la dirección nacional y más se refugiarán los barones en sus autonomías. Y para cuando la ejecutiva se recomponga, el reto será recuperar la autoridad frente a unos líderes territoriales acostumbrados a su ausencia.
El tiempo corre en contra del PSOE, también en los dos meses que se han dado para deshojar la margarita con el PSC. La última encuesta del CEO (el CIS catalán) muestra que el pasado 26-J En Comú Podem fue capaz de atraer a una parte importante de quienes se abstuvieron en las elecciones catalanas o votaron a partidos soberanistas, confirmando que ese partido ha robado al PSC la condición de voto útil en las generales.
Al PSC no le ayuda que el PSOE titubee en su apuesta por el federalismo y tampoco que, debido a la mayor fragmentación partidista y a su propio declive electoral, haya dejado de ser la única opción con posibilidades de ganar al PP en las generales. Pero necesita al PSOE para que su apuesta federal sea una propuesta para reformar el Estado, y no una mera vuelta de tuerca a una relación bilateral.
El PSOE también necesita al PSC. Para canalizar el conflicto en Cataluña. Para no perder parte de su identidad. Y si no es por amor tendrá que ser por mera supervivencia electoral, si es que quiere evitar que Podemos sea el único partido capaz de articular la diversidad territorial del país. @sandraleon_
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