Tolerancia
Me produce indignación que bajo la palabra tolerancia se acepten comportamientos contrarios a las normas más elementales de educación y convivencia, actitudes que atentan contra la dignidad de la persona o que vulneran las leyes. Nos hemos hecho permisivos ante conductas, que observamos a diario, respecto de las que deberíamos tener tolerancia cero. Se producen con normalidad escraches y actos intimidatorios. Vemos a menudo actitudes discriminatorias y comentarios xenófobos que pasamos por alto. Se exhiben banderas anticonstitucionales con absoluta impunidad. Son algunos ejemplos que deberían ayudarnos a reflexionar. Si se actúa con rapidez y contundencia, estas conductas se pueden evitar.— Javier Cordero Ruiz. Madrid.
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