10 bares cojonudos de Sevilla
De la nueva cocina a las bodegas tradicionales llenas de barricas y carteles de toros. Una selección de bares sevillanos para deleitarse con el mejor tapeo
Elegir solo diez locales en la ciudad con más bares por kilómetro cuadrado (posiblemente) del mundo es tarea arriesgada. Casi suicida, diría yo. Pero he aceptado el reto: aquí va mi lista personal con diez bares memorables para tapear en una ciudad que vive en torno a la barra del bar.
1. Pura Tasca
Una de las grandes sorpresas de la nueva cocina sevillana que sin embargo ocupa un local de lo más convencional en una barriada de Triana, sin ninguna licencia al diseño ni al interiorismo. Una vez recuperado de este impacto inicial, el cliente se da cuenta de que lo importante está en la autenticidad de las materias primas y en la reinterpretación de recetas. A destacar el arroz meloso con boletus, parmesano y aceite de trufa o el foie con chutney de piña ahumada. Numancia, 5.
2. Donald
Un bar de los de siempre en el casco antiguo, donde posiblemente la única renovación estilística desde su inauguración en 1973 haya sido el cambio de servilleteros. Ambiente torero y clientela de parroquianos de toda la vida. Tapas y raciones tradicionales y muy buen pescaíto frito. Canalejas, 5.
3. La Flor de Toranzo
Inaugurado en 1942 lo regenta la tercera generación de la misma familia, originara de Cantabria, lo que se nota en el recetario. Nada más entrar huele a queso viejo y chacinas ibéricas. Cerveza bien tirada, tapas tradicionales y otras más de creación, como las anchoas del Cantábrico con leche condensada: suena a herejía, pero sabe de vicio. Jimios, 1.
En este local estrecho y alargado que da a dos calles, muy cerca de la catedral y de la Plaza Nueva, un chef argentino sirve cocina de fusión y tapas muy creativas. Tiene además una excelente bodega y postres de sabor rioplatense. Uno de los locales de moda de la nueva cocina sevillana. Hernando Colón, 8.
5. Bodegas Morales
Una de las bodegas más antiguas de Sevilla (abierta desde 1850) y de las que mejor conservan además el sabor de antaño. Barra de madera, anaqueles llenos de botellas, grandes tinajas de barro para el vino y jamones colgando. Pura tradición. Ahora sirven sus propias tapas, pero cuando lo conocí lo típico es comprar pescaíto frito en la freiduría contigua y tomárselo allí con una manzanilla de Sanlúcar, un Jerez bien fresquito o una cerveza bien tirada. García de Vinuesa, 11.
Pasa por ser el bar más antiguo de la ciudad y uno de los más veteranos de Andalucía (lleva sirviendo comidas desde 1670). Pero lo mejor es la autenticidad de su decoración, con sus azulejos, sus toneles y los camareros apuntando la cuenta con tiza en la gastada barra de madera. Otro tanto a su favor: las tapas son razonables en precio, entre 2 y 2,30 €. Memorables los garbanzos con espinacas. Gerona, 40.
7. Bodegas 2 de Mayo
Otro local de ambiente tradicional con muy buenas tapas. Chacinas de Huelva, variedad de bacalaos, quesos, salmorejo, melva... y algunas especialidades, como las ortiguillas. Precios razonables y mucho sitio en la terraza exterior, con mesas y veladores. Pl. de la Gavidia, 6.
8. Antigua Abacería San Lorenzo
Probablemente uno de los locales más originales del tapeo y la restauración sevillana. Ramón y su mujer empezaron con una pequeña tienda de ultramarinos en la que también servían conservas de calidad para que los clientes las degustaran allí mismo. Poco a poco fueron derivando hacia la restauración y comprando algunos locales anexos, que unieron al negocio pero sin hacerles perder su identidad. El resultado es un bar-restaurante un tanto laberíntico, suma de pequeños espacios, con uno de ellos dedicado aún a la venta de repostería. Gran selección de quesos de toda España, buenas chacinas y amplia carta de vinos. Teodosio, 53.
9. Eslava
Nueva cocina en el barrio de San Lorenzo. Uno de los locales imprescindibles del tapeo moderno y de autor en Sevilla. Ambiente informal y precios muy medidos. Es famoso su huevo sobre bizcocho de boletus y vino caramelizado. También las costillejas a la miel. Cada tapa es un homenaje a la imaginación y la fusión de sabores. Eslava, 3.
10. Las Golondrinas
Un clásico del barrio de Triana, en plena calle Pagés del Corro. Pinta de bar de barrio modernizado, con tapas clásicas y buenas materias primas. La más demandada son las puntas de solomillo. También probé el bacalao confitado, que estaba de nota. Pagés del Corro, 76.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.