Sangre, sudor… y Rufián

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no pudo presentarse con sus siglas a las elecciones celebradas el 15 de junio de 1977. El Gobierno de Adolfo Suárez, en una de las decisiones más desacertadas en un periodo que fue de valientes aciertos, decidió no legalizar las formaciones que se identificaban más claramente como republicanas antes de esa cita. El 27 de julio, en sesión plenaria del Congreso y en representación del PSOE, Felipe González tomaba la palabra y solicitaba “reparar en lo posible el grave error histórico de iniciar una etapa constituyente con la exclusión de fuerzas políticas que, como Esquerra Republicana, están legitimadas históricamente como pilares de la democracia” (Diario de Sesiones, número 5, 27-7-1977, página 68). Una semana después de esta intervención, ERC era legalizada. Cinco años más tarde, en 1982, el PSOE llegaba al Gobierno en lo que muchos han visto como el momento final de la Transición y el inicio de la consolidación democrática en España. Ese mismo año de 1982, por cierto, nació Gabriel Rufián.— José Antonio Castellanos López. El Bonillo (Albacete).