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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Flamenco y kora se vuelven a besar

José Naranjo

Josemi Carmona, Toumani Diabaté y Juan Carmona.

Como casi todas las cosas hermosas, el encuentro tuvo lugar en otoño. Los miembros del entonces poco conocido grupo español Ketama se encontraban en Londres en 1987 para dar una serie de conciertos y allí coincidieron con el músico maliense Toumani Diabaté, que tenía poco más de veinte años y era el hijo del gran maestro de la kora, instrumento musical conocido como el arpa africano, Sidiki Diabaté. Cuentan que la chispa saltó durante una fiesta, que se pusieron a improvisar y que el resultado fue tan maravilloso que decidieron dar un concierto en un club londinense y luego grabar un disco en Madrid, al que pusieron de nombre Songhai. Ahora, casi treinta años después, dos de aquellos entonces jóvenes flamencos, hoy con algunas cicatrices en el alma, han decidido devolver la visita a Diabaté y viajan a Malí y Senegal en una minigira que además de dos conciertos incluye una clase magistral y hasta un encuentro con griots. Es lo que tiene la buena música, que nunca muere.

Pese a la juventud de los intérpretes y la aparente distancia cultural entre un intérprete de kora de Malí y un grupo de chicos españoles que soñaba con pasear su flamenco fusión por el mundo, Songhai, que fue grabado en 1988 para el sello discográfico británico Hannibal Records, fue un éxito insospechado. Además del propio Diabaté el grupo Mory Kante cedía a dos de sus cantantes, Diaw Kouyaté y Djanka Diabaté, para los coros, mientras que por parte española estaban los cuatro componentes de Ketama, los primos Juan y Josemi Carmona a la guitarra, el hermano de Juan, Antonio, a la percusión y poniendo la voz, el también guitarrista José Soto. La guinda del fecundo encuentro la puso el bajista británico Danny Thompson.

África, uno de los mejores temas de Songhay.

Después de aquello, Toumani Diabaté y Ketama siguieron con sus respectivas carreras. El grupo de flamenco contemporáneo español se disolvió en 2004 tras una exitosa trayectoria, pero sus integrantes, más talluditos, siguen dando guerra. Y Diabaté no ha dejado de crear convirtiéndose en uno de los más grandes de la kora, instrumento que ha dado a conocer por todo el mundo gracias a colaboraciones con artistas de renombre internacional como la irlandesa Björk, el bluesman Taj Mahal, el trombonista Roswell Rudd, el guitarrista maliense Ali Farka Touré o, más recientemente, los brasileños Arnaldo Antunes y Edgard Scandurra. No en vano, tiene dos premios Grammy, es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Londres y está considerado como uno de los músicos más influyentes de la actualidad.


Toumani Diabaté, el príncipe de la kora. / Efe

Fue hace cosa de un año en Madrid donde la chispa de Songhai se volvió a encender. El maestro de la kora se había trasladado a la capital de España para dar un concierto y allí coincidió con Javier Colina y Josemi Carmona, a quienes propuso volver a tocar juntos. Debieron mirarse alucinados, pero aceptaron el reto al que sumaron a Juan Carmona y a Kiki Cortiñas, que pone la voz flamenca. Antonio, sin embargo, no ha podido participar al estar implicado en sus propios proyectos. Dicho y hecho. A medida que se iba corriendo la voz de que los viejos intérpretes de Songhai querían volver a hacer de las suyas, las ofertas fueron cayendo. Pirineos Sur, en Huesca; la Mar de Músicas, en Cartagena y el Womad de Londres fueron el pistoletazo de salida el pasado mes de julio. Pero ahora, por primera vez, Juan, Josemi y compañía viajan hasta África para tocar allí donde Toumani es un dios, donde nació la kora, en una experiencia única e irrepetible organizada por las Embajadas de España en Malí y Senegal.

La primera parada es Bamako. Los artistas españoles llegan a la capital de Malí el día 3 de octubre y dedicarán varias jornadas a impartir unas clases magistrales a estudiantes de música del Conservatorio de Artes y Oficios Multimedia, ser recibidos por la ministra de Cultura y encontrarse con el representante de los griots, una mezcla de cuentacuentos, trovadores y artistas, de este país africano. Esta ciudad acogerá el primer concierto revival de Songhai en tierras africanas, el día 6 de octubre en el Instituto Francés. Será un diálogo cultural entre la cultura mandinga y la flamenca, entre España y Malí, entre la guitarra y la kora, entre los griots y lo gitano.

Los ex componentes de Ketama y Toumani Diabaté, en Pirineos Sur.

Posteriormente, los ex miembros de Ketama, el príncipe de la kora y compañía tienen previsto trasladarse a Dakar, la capital de Senegal, donde darán un concierto en el Gran Teatro el día 8 que servirá como plato fuerte de la celebración de la Fiesta Nacional Española en este país. Ya en 2014 y 2015 este mismo auditorio, el más importante de la capital senegalesa, acogió distintos espectáculos de flamenco, una muestra del interés que existe en este país por la cultura y la música española y del dinamismo de la sección cultural de la representación española en Senegal, CulturaDakar, que también organiza ciclos de cine, concursos de literatura y conciertos a lo largo de todo el año.

Pero la huella española en África occidental no es una exclusiva del siglo XXI. Ni mucho menos. De hecho, el propio nombre de los dos históricos discos y de este proyecto musical, Songhai, hace referencia a un antiguo imperio africano que floreció en las riberas de la Curva del río Níger, el actual norte de Malí, en los siglos XV y XVI y que guarda una estrecha relación con las tierras ibéricas. Fue un morisco español rebautizado como Yuder Pachá pero nacido como Diego de Guevara en Cuevas de Almanzora (Almería) quien al frente de un enorme ejército, integrado en su mayor parte por andalusíes y marroquíes y al servicio del sultán de Marruecos, derrotó al todopoderoso rey songhai en 1590, en la famosa campaña de Tondibi, e inició con ello el declive de su imperio. Aún hoy en día en Gao miembros de la familia Touré pertenecientes a la etnia arma, descendientes por tanto de aquellos invasores, se reivindican hijos de Al Andalus y conservan los estandartes y tambores de aquella batalla que tuvo lugar en otoño, como casi todo lo trágico. Esos recovecos de la historia que la música resucita de vez en cuando.

Comentarios

Por favor Sr. Naranjo, si utiliza otros artículos como referencia directa, cite sus fuentes:http://www.afribuku.com/recordando-songhai-el-milagro-musical-que-unio-mali-y-el-flamenco/http://www.afribuku.com/los-andaluces-de-tombuctu/Gracias
Disculpe señor Mantecón, pero no tenía conocimiento de la existencia de su artículo hasta que lo ha citado en su comentario, con lo cual tenía bastante difícil usarlo como referencia directa. Un saludo, gracias.
Disculpe las molestias por el malentendido pues. Un saludo, Javier.
Un post muy interesante ;) mejor que los ultimos libros que he leido
Sin duda estos son los mejores discos de música cristiana son unos maestros!!

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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