Dónde comer bien (a un precio asequible) y rodearse de gente 'guay'
Seleccionamos los locales culinarios de culto de Madrid y Barcelona que están concurridos por la crème de la crème. Merecen la pena una visita. O dos
Perder la esperanza en la raza humana y en su criterio para comer bien y a buen precio es un acto cada vez más recurrente. Pero no hay que darlo todo por perdido. Para nada. Porque hay lugares que a lo mejor ya no están en boca de todo el mundo por haber dejado de ser una novedad pero que siguen apuntando alto a base de platos bien elaborados, una cocina honesta y ese je ne sais quoi que atrae a una clientela fiel una y otra vez a sus mesas. Y de hecho, son tan buenos que son los favoritos de algunos (o varios) referentes de la música, el cine y el periodismo de paladar fino. O lo que viene a ser, la crème de la crème.
Si la localización es Barcelona, hay lugares de sobra para escoger dónde ver y ser visto. Luego están sitios como el Bar del Pla, un bar de tapas dónde se come bien no, lo siguiente, y que ha logrado conquistar los paladares como el de ese grande, ese único, ese ser, llamado Harrison Ford. Se rumorea también que durante las fechas en las que Beyoncé estuvo en Barcelona con su Formation World Tour, su cuerpo de bailarinas hizo una parada en la carrer Montcada, 2 para satisfacer el estómago.
Pero volvamos a Harrison, sí, con su barba y de la mano de Calista Flockhart haciendo una entrada triunfal (y frente al estupor de los clientes que ya se encontraban dentro) en este bar que poco sabe de mamarracheces y que ha pasado a la historia con un documento gráfico en Google Images como el sello de calidad que avala que, a Han Solo, le pone el Pla. ¿Habrán sido sus impecables patatas bravas lo que le conquistaron? ¿La ensaladilla? ¿Los huevos estrellados con butifarra del Perol? Sí, probablemente. Aunque todo apunta a que su carta de vinos naturales y biodinámicos también tuvo algo que ver.
“El bar Brutal tiene una cocina al servicio de una bodega de vinos naturales cuya gran mayoría se hacen sosteniblemente por leyendas como Joan Ramon Escodá o Erik Rosdahl. Esto atrae a un publico que aprecia el buen beber sin que tenga que ser algo elitista o pomposo. Que James Murphy, Thom Yorke, Laurent Garnier, Dubfire o Daniel Kessler sean clientes es una mera coincidencia”, asegura Johann Wald, la gran leyenda de MTV España que ahora es todo un maestro de ceremonias dentro (y fuera) la cocina.
No mentimos, lo avala su stage en Arzak, las cenas efímeras que ha organizado junto a Hector Bracchiglione y ese olfato que tiene para encontrar los lugares dónde mejor se come. ¿Otro que se posiciona en lo alto de la lista de Johann dentro de la Ciudad Condal? El recién estrenado bar Libertine dentro del hotel Casa Bonay: “Es el tipo de salón con el que llevo soñando años. Cada jueves, Estanis Carenzo y Pepi de Boisseau organizan las Noches Finas en las que sirven guisos suculentos y se incita a bailar. La cabina la programa Daniel Baughman, el ambiente es distendido, la pista de baile es una alfombra sobre la que puedes bailar descalzo, e Inés - la directora del hotel- exige a los DJs que suban el volumen”.
Dónde ir en Madrid
En el caso de Madrid, si recurrimos al paladar del periodista David Moralejo, redactor jefe de la revista Tapas, es fácil hacerse con varias referencias imprescindibles y cremosas como La Gloria –en el que se ha visto día sí y día también a Albert Rivera, la actriz Mariam Hernández, Julián López o Ana Morgade-; la terraza de Bahiana –uno de los favoritos de Asier Etxeandia y Juana Acosta- o un cuasi bareto de barrio con una carta de calidad de altos vuelos que siempre está a reventar como lo es Nino –en el que no solo se ha visto a medio Chamberí sentado en sus mesas, sino que también a un Xabi Alonso y Jordi Mollá-. Tela.
“Sol, la propietaria de La Gloria, además de buena amiga, siempre cuenta con mis consejos para seguir creciendo y eso me hace sentir que La Gloria es también un poco ‘mía’. Creo en ella, en el concepto que ha creado y en lo bien que lo hace. Y todavía nos queda mucho por ver. En el caso de Bahiana me gusta esa terraza en las que el sol de invierno calienta como en ninguna otra, disfruto en ese rincón tranquilo de los Austrias donde todo es relajado, como un chiringuito rodeado de arte”, confiesa David acerca de los sitios que siempre recomienda y que nunca fallan. "El Nino es mi bar de abajo y creo que todo el mundo necesita ‘un bar de abajo’", explica.
De La Gloria el periodista resalta su "cocina casera siempre apetecible, buena música y copazos para esas noches en las que decides que eres aún suficientemente joven como para volver a casa a las mil". "En Bahiana, la sensación es de ser un poco turista en mi ciudad. En Nino, mesa y mantel en cualquier momento”, señala.
¿Eres más de día y de un buen café mañanero? Sitios como Toma Café, Hanso Café –el cuál suele estar a reventar los domingos con la generación teen de Usera- o el nuevo Pum Pum Café son los garitos tempraneros de moda para la crême a la vez que se bebe calidad cafetera.
“Empezamos con Pum Pum como un lugar en dónde tomar un buen specialty coffee y unos huevos benedictine en Lavapiés. Antes no había ni un solo sitio donde tomar un café y desayuno decente por el barrio”, cuenta su dueño Papo. “Entre semana si te pasas por aquí verás actores y actrices leyendo sus guiones esperando a que alguien los descubra”. No solo eso, entre benedictines y batidos de frutas naturales también se liga. Y mucho, según cuenta Papo.
¿Un secreto para encajar en todos estos sitios como otro miembro más de la crême que los visita? Sigue los consejos de Moralejo: “creo que no es cuestión de ser o no crême, sino de sentirte a gusto en un sitio y parte de él. De hacerte ‘parroquiano’ en vez de cliente. Hay que hacer mucha barra y mucho callo para conseguirlo. De todas formas a mí la crême me gusta en la cerveza, justo en el primer trago”.
Y no eres el único David, no eres el único.
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