El miedo incontrolable al embarazo y al parto
La ‘tocofobia’ es una patología que puede complicar la vida de la madre y la de su bebé. Analizamos sus posibles causas y cómo controlarla
El miedo al parto es un temor común entre las mujeres embarazadas, sobre todo, entre las primerizas que al carecer de experiencia, por ese desconocimiento, ven con inquietud el momento de dar a luz. Hasta ahí todo normal. El problema aparece cuando ese miedo irracional domina su día a día, llegando a afectar su salud y la del futuro bebé. Y la realidad es que, hoy en día, el 90% de los partos son normales, pues el cuerpo de la futura madre está preparado para ello.
Un último estudio al respecto, publicado en la Industrial Psychiatry Journal, concluye que hasta el 80% de las mujeres embarazadas albergan temores relacionados con el embarazo y con el parto y, un 13% de las mujeres no embarazadas, el miedo que sienten es tan visceral que retrasan y evitan ese momento, aunque lo deseen. Este último caso es la tocofobia, un trastorno que puede interferir, seriamente, en el logro de este objetivo vital. Conocida también como maieusiophobia o parturiphobia, es el miedo patológico al embarazo, lo que puede llevar, incluso, a evitar el embarazo, o, si la mujer está en cinta, rechazar el parto. Y aunque contempla varios grados, el miedo extremo puede resultar ser un trastorno repleto de inseguridades y de mucha ansiedad.
“Cada mujer ha de confiar en sí misma y en sus capacidades” (Cristina Martínez, matrona y Presidenta de la (Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAPE))
Experiencias negativas anteriores
Maribel Gámez, psicóloga de familia y colaboradora del proyecto Club de Malas Madres, nos explica que, generalmente, las mujeres con más temores durante el embarazo son aquellas que han sufrido experiencias dolorosas respecto a embarazos anteriores. “Hay mujeres que no han vivido estas situaciones en primera persona, pero las han podido presenciar en familiares cercanos o amigos e, incluso, puede darse el caso de que hayan oído historias desagradables o traumáticas de otras mujeres”, añade. “Los abortos espontáneos, cambios corporales drásticos, partos complicados y las recuperaciones posparto lentas son motivos por los que puede comenzar un miedo más profundo”, añade la experta.
El estudio determina también que el miedo extremo puede tener consecuencias graves para la salud, tanto en la madre como en el bebé. En este sentido, la tocofobia, como cualquier miedo limita la vida de una persona. “Este miedo proviene, generalmente, cuando se tiene un deseo intenso de tener un hijo y, al final, la propia persona se obstaculiza en la consecución de ese objetivo”, matiza Gámez.
Además, dichos temores pueden llevar a las mujeres a evitar las citas médicas necesarias, o bien, a estar siempre en estado de alerta, por lo que están en constante contacto con sus médicos. El miedo extremo hace que se registren mayores tasas de partos por cesárea de emergencia, partos inducidos, prolongados y depresiones posparto.
Para, Cristina Martínez, matrona y actual presidenta de la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) lo importante es averiguar exactamente lo que a cada mujer le produce miedo para intentar prevenir mayores complicaciones. “Los casos que más se observan en las mujeres que afrontan su primer parto es la incertidumbre de saberse capaces de controlar el dolor y tener la autonomía suficiente para responder a él”, nos comenta Martínez.
Las expertas están de acuerdo en que, en estos casos, lo primero que hay que conocer es el historial de la paciente, si es su primer o segundo parto, la relación con su pareja y el nivel de profundidad del miedo, ya sea racional, emocional o estructural. Lo que sí está claro es que la medicina actual ha conseguido disminuir la mortalidad pero, los temores, continúan.
“El miedo estructural, por ejemplo, hace referencia a los temores relacionados con el mundo médico: los hospitales, la atención de su personal, utilización de instrumentos, etc.. sin embargo, cada mujer tiene que confiar plenamente en ella misma y en sus capacidades”, explica la experta.
Por último, Concha Martín Perpiñán, ginecóloga especialista en obstetricia, sugiere que lo mejor en casos de mucho miedo es utilizar la analgesia. “La epidural es un analgésico que controla muy bien el proceso del dolor, el cual es muchas veces responsable del aumento de miedo”, explica.
¿Cómo afrontar el miedo?
1. Hablar, estar alerta y prevenir
“Tan pronto como se sospeche que esta ansiedad interfiere en sus objetivos de vida, hay que tomar medidas ya que, además de miedo, puede sentir enfado consigo misma, experimentar frustración y encontrarse con la incomprensión de los demás. En estas situaciones, lo mejor es buscar la ayuda profesional de un psicólogo lo antes posible”, sugiere la psicóloga.
2. Técnicas de sofrología y preparaciones al parto
La sofrología es un método que se utiliza para disminuir los dolores durante el parto. Esta técnica consiste en que la paciente se visualiza teniendo la vivencia del parto, se trata de una disciplina científica que actúa tanto a nivel terapéutico como pedagógico, facilitando la atención y la concentración durante el parto.
3. Técnicas de relajación a través de la música u otras distracciones
La música es una herramienta muy útil que se utiliza para crear un ambiente cálido y más relajado. No obstante, la técnica de relajación que mejor se adecúe a la persona resulta, según los expertos, lo más efectivo a la hora de afrontar tanto el embarazo como el parto. Pues, al final, no deja de ser un proceso que habrá que afrontar como un acontecimiento natural y bello.
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