Del dos en uno a la parte y el todo

Konnekt es el nombre que la empresa sueca Swedese ha dado a su última apuesta, un grupo de muebles de difícil clasificación que sirven como apoyo, mesa y asiento a la vez y que, además, multiplican su uso al ser utilizados de manera individual o sumados en grupo. Algo así como una actualización de las mesas nido que además amplía sus funciones —y no se guarda una dentro de la otra sino desgranados por toda la casa— son los elementos de esta serie ideada por el diseñador Roger Persson (1967). El sueco es uno de los creadores de los best sellers previos de esta empresa escandinava y su versatilidad es tanta que, incluso en estos asientos y mesas componibles, ha ideado un hueco posterior para que los pufs puedan, además de servir como apoyo o taburete, transformarse también en butaca con respaldo.

Con asiento de forma redondeada o cuadrada, los elementos de la serie Konnekt tienen tamaños y superficies diferentes sujetas por patas de madera maciza que pueden también tapizarse.

Aunque en la poli-función el clásico es el mueble de doble uso —el sofá-cama por ejemplo o el taburete-mesilla—, el mueble transformable —casi todas las mesas de comedor capaces de crecer para acoger a invitados— o el más reciente mueble polivalente —que suma más de un par de usos—, defienden la suma de funciones. Así, el mueble adición ha sido potenciado, pero no inventado por Persson. Hace cerca de dos décadas los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue diseñaron una mesa que ellos mismos fabricaron y que bautizaron con el nombre Ines Table. El nombre era una broma, un juego de palabras, porque la mesa no era inestable ni cuando se veía privada de alguna de las muchas patas que la sujetaban y que la convertían en un mueble capaz de desgranarse en mesillas, escritorios y aparadores.

Más que depender del ingenio de los diseñadores o de la visión de los usuarios, que los muebles tengan varios usos es una tradición en la historia de esta disciplina. Basta pensar en los bancos que servían como cama junto al hogar para que el cabeza de familia durmiera caliente junto al fuego o en el arcón que, además de contenedor, fue utilizado como asiento en las viviendas durante siglos. Que un mueble sea además de polivalente componible presupone el uso de cada una de sus partes tanto como la de la suma de éstas. Y esa capacidad para sumar y restar elementos presupone, a su vez, la posibilidad de moverlos y alterarlos esto es, cierta ligereza y facilidad de manejo.

Esa ha sido la apuesta de Svedese para esta temporada. El nombre de la serie, Konnekt, habla de unión y conexión. Pero se trata siempre de uniones temporales, circunstanciales. Los nuevos muebles buscan ofrecer otras combinaciones. Quieren romper la estabilidad del espacio doméstico para hacerle un hueco a lo inesperado y poder adaptarse, con facilidad e incluso de forma lúdica, a los cambios que se precisen.