De vacaciones con un artista
Si eres uno de esos espabilados que espera al retorno en masa de los veraneantes de julio y agosto para irse tranquilito de vacaciones en septiembre u octubre, este post puede interesarte. Te puede interesar si además para ti las vacaciones no son sinónimo de holgazanear y rascarse el ombligo sino más bien una oportunidad de hacer, de descubrir y por qué no de crear.
Con estos objetivos en mente Geetika Agrawal, una diseñadora norteamericana, creó en 2015 Vacations with an artist (Vacaciones con un artista), una web que propone estancias en diferentes países junto a artistas locales, quienes introducirán al veraneante en su arte o técnica. Esto se traduce en que al final de la estancia, que puede durar de un día a una semana, uno vuelve a casa junto con su propia "obra de arte".
Agrawal decidió crear la web porque ella es una mujer apasionada del viaje y había estado buscando este tipo de experiencia turística sin encontrar nada parecido. Cuando viaja lo hace para buscar la inspiración junto a otras mentes creativas y crear algo con sus manos. En junio de 2015 decidió dar la vuelta al mundo y visitar 12 países en 12 meses a la búsqueda de artistas interesados en compartir su creatividad y su habilidad artística. Gracias a este viaje encontró a los artistas que hoy componen el elenco de Vacaciones con un artista.
La plataforma ofrece la posibilidad de convivir con 27 artistas distribuidos en 9 países de Asia, Europa y Sudamérica: Eslovenia, Argentina, Uruguay, República Checa, Turquía, Malasia, India, Vietnam y Japón. El veraneante descubre durante los días de su estancia la actividad de su anfitrión, le acompaña en su trabajo y como colofón de su aprendizaje, realiza bajo su supervisión una obra propia. Para el artista el interés está claro: recibe una remuneración por abrir sus talleres y compartir su saber hacer y además consigue una visibilidad de alcance internacional. Cada artista puede recibir a la vez un sólo visitante o como máximo 3.
Las artes ofrecidas por Vacaciones con un artista son tan variadas como los países representados: desde un artesano de marionetas tradicionales de Malasia, pasando por un artista que propone enseñar caligrafía en Japón hasta una bailarina que da clases de tango en Argentina y propone descubrir Buenos Aires a través del tango, o una diseñadora vietnamita que enseña cómo teñir los tejidos de manera ecofriendly gracias a un saber ancestral de su pueblo.
El turista que decide convivir con un artista debe encargarse de todos los trámites y coste del trayecto, la manutención y el alojamiento. El precio por esta « experiencia artística » puede estar al alcance de casi todos, puesto que varía entre 57 euros, lo más barato, hasta 2.650 euros, lo más caro. El precio incluye la formación, los materiales que se necesiten para realizar la obra, posibles actividades diversas y el alojamiento, en el caso excepcional de que el artista viva en un lugar aislado.
Foto y vídeo: VAWAA
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