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Tentaciones
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'Las Campos': Terelu vuelve a eclipsar a su madre en su 'reality'

La hija de María Teresa Campos ha demostrado en la segunda entrega de su programa que suscita más interés que su progenitora. Los problemas con su peso, con sus parejas o su habilidad para comprar en un mercadillo la están convirtiendo en la favorita de los espectadores y las redes

Terelu en un mercadillo.
Terelu en un mercadillo.Telecinco

No mentía María Teresa Campos cuando aseguraba que el segundo -y parece que, de momento, último- capítulo de Las Campos iba a ser mejor que el primero. Muchos no la creímos, la verdad. Será que estamos demasiado escarmentados de promesas televisivas, pero, al final, tenía razón.

Sin tanta ingeniería de montaje para salvar la cara de las protagonistas -nada de veladas hablando de los grandes problemas de la alimentación-, María Teresa y Terelu se han lanzado al reality puro y duro. Han mostrado sus vidas, sus amistades, sus cenas, sus partidas de cartas y las conversaciones que cualquiera tiene cuando cree que nadie le está prestando mucha atención. Si en el primer capítulo, la madre e hija más famosas del momento trataron de justificar los motivos para embarcarse en este tipo de programas, en esta segunda entrega han corrido enfervorecidas a chapotear en el barro. 

Madre e hija han arriesgado y han ganado. Han pasado de protagonizar portadas en Hola a airear sus trapos semilimpios en prime time y con tres horas de debate incluidas. A ver quién en su posición hubiese aceptado semejante reto. Terelu y María Teresa han entendido el formato y se han entregado en cuerpo y alma, aun sabiendo que era un salto que podía salirles mal. Pero, sin duda, la estrella del reality ha sido Terelu y va camino de eclipsar a su propia madre.

La colaboradora se ha atrevido a llevar todo el peso sobre sus hombros. Ha puesto su imagen en la palestra y ha salido victoriosa -y no ha retrocedido ni un ápice, que es de agradecer-. Ahora todos somos Terelu. Todos nos identificamos con ella, todos sufrimos como ella, todos queremos vivir la vida como ella y todos nos sentimos frustrados con nuestros kilos como ella. Terelu ha conseguido reinventarse en un personaje cotidiano -¡yo, como Terelu!, gritan las señoras- gracias a momentos tan impagables como estos:

Terelu y la porra

¿Quién no se ha saltado el gimnasio para ir a comerse unas grasientas porras? Terelu es capaz de hacerse un análisis de ADN para saber qué le engorda y luego meterse entre pecho y espalda dos bolsas de papas cada tarde. Terelu somos todos un domingo de resaca mientras vemos Qué tiempo tan feliz.

Terelu y el mercadillo

Ático de tres plantas, servicio en casa, chófer en la puerta y racanear tres euros en un pack de bragas en el mercadillo. Así es Terelu y sí, así somos todos los demás. Que una cosa es gastarse 700 euros en un móvil y otra muy distinta estar dispuesto a invertir un euro en renovar el whatsapp. Derroches no, ¿eh? ¡Derroches no!

Terelu y el sexo

O mejor, la falta de. Terelu lleva unos pocos meses sin novio -que no quiere decir nada más que eso- y cree que está a punto de ordenarse novicia. ¡Tampoco exageremos! Terelu sois todos vosotros cuando os quejáis de vuestra vida sentimental después de haber ligado con tres la noche anterior.

Terelu y el deporte

Terelu quiere adelgazar pero no pisa un gimnasio ni muerta. Bueno, lo pisó mientras tuvo un novio boxeador pero luego... Que si sales, que si entras, que si duermes, que si no, y mira, se te pasa el año y no has ido. Ahora, la cuota no te la perdona nadie. ¡Malditos deportistas! Menos mal que después de tanto sudar toca una tapita de jamón para reponerse.

Terelu y la tecnología

'Hola corona mamichula corona' es el mejor saludo de la vida. A Terelu la tecnología le viene un poco grande. No sabe donde está Siri, ni controla muy bien twitter y tampoco parece que tenga muchas ganas de aprenderlo. Terelu es una madre. Una que sale en televisión y posa en Interviú, pero una madre, al fin y al cabo, con sus problemas de madre.

Cruzamos los dedos para que no quede aquí esta maravillosa aventura de Las Campos. Sabemos que hay veces que más no significa mejor. Que un producto tan de culto como éste debería quedarse en estas dos entregas, o ampliar, como mucho, una más a modo de broche final. Así nos dejaría un sabor de boca inmejorable.

Pero somos egoístas y nos es difícil no pedir más. ¿Se imaginan a Terelu de rebajas? ¿A María Teresa viajando con sus amigas a Benidorm? ¿A María, la asistenta, fugándose de casa de la señora? Ay, cuánto placer desde la comodidad del sofá... Ojalá alguien atienda nuestras plegarias.

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