El matcha, la nueva tendencia de bebida saludable

El matcha es la bebida de moda. Los famosos lo adoran, a las estrellas de Instagram les encanta y en Nueva York y Los Ángeles no paran de aparecer lugares dedicados a la venta de este té verde en polvo que los chinos llevaron a Japón hace más de 1.000 años. A Estados Unidos llegó hace una década, pero, en los últimos años, su popularidad no para de crecer empujada por el auge de los productos saludables. Y si se quiere tomar una taza de matcha rodeado de modelos y gente estilosa, se debe ir a Cha Cha Matcha, un local recién inaugurado en la calle Broome en Manhattan.

Un viernes de julio, con un intenso calor pegajoso a media tarde, la cola sale por la puerta a pesar de que el local no tiene aire acondicionado. Los clientes, matcha en una mano y móvil en la otra, se agolpan junto al enorme ventanal abierto a las calles del barrio de Nolita. En el interior, la decoración tropical se ajusta perfectamente a la sensación térmica.

Los impulsores de Cha Cha Matcha son Matthew Morton y Conrad Sandelman, dos jóvenes de 23 años recién graduados en la Universidad de Nueva York. “Lo probé hace ocho años. Uno de mis amigos era un gran foodie, fue a Japón y lo trajo. Me gustó mucho, pero era difícil encontrarlo entonces”, explica Sandelman sobre el origen de su interés por este té. “Hace dos años, Matt bebía mucho Red Bull, hasta cinco diario, y un día fuimos a una tienda de té y lo probó por primera vez”. Los dos jóvenes buscaron el té por todo Nueva York, pero no les convenció lo que encontraron. “Había dos tipos de sitios: casas de té estiradas que tenía muy buen matcha, pero el ambiente equivocado. O cafés con un ambiente chulo, pero matcha malo”.

Antes de graduarse, viajaron a Japón. “Empezamos a buscar la variedad apropiada en Uji, a las afueras de Kioto, trabajando muy de cerca con la granjas,que llevan casi medio milenio haciendo esto”, cuenta Mathew Morton, hijo del millonario cofundador de Hard Rock Café Greg Morton. Cuando regresaron, decidieron abrir su propio local. “¿Quién escribió la regla de que un salón de té no puede ser muy relajado, acogedor, con personal simpático? Queríamos crear eso”, explica.

El matcha que sirven en Nueva York se obtiene de cuatro granjas en Uji. “Ellos trituran las hojas y las unimos para tener una mezcla muy delicada, muy alta en cafeína y antioxidantes”, añade Morton. La receta parece tener éxito. Celebridades como Leonardo DiCaprio, Gigi Hadid y Paris Hilton se han dejado caer por el local donde el té tradicional se sirve junto a matcha lattes, cappuccinos, limonadas y yogur helado. “Queremos que sea una tetería donde alguien que ha bebido café toda su vida pueda venir, domo también quien quiera un té super auténtico o alguien que quiera ingredientes frescos y sanos y pasarlo bien”, resume Morton.

El matcha no es solo fotogénico. Según el centro de biotecnología del Gobierno de Estados Unidos, esta variedad de té mejora la concentración gracias a la presencia de aminoácidos como L-Teanina, que estimula la producción de serotonina, dopamina y la actividad de las ondas alfa en el cerebro, asociadas con la vigilia. Una taza de matcha tiene tantos antioxidantes como 10 tazas de té verde corriente, ya que al pulverizar las hojas, en lugar de solo sumergirlas en agua, desprenden más componentes. Sus consumidores habituales aseguran que mejora la agilidad mental y la memoria.