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Porque lo digo yo
Columna
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Dinastías americanas

Empecemos con Jackie, impecablemente vestida por Oleg Cassini, versus… a ver, no es lo mismo, pero tampoco están mal las portadas de Melania en tanga, tacones y pistola para FHM y GQ

Barron Trump y Tiffany Trump en Cleveland.
Barron Trump y Tiffany Trump en Cleveland.CARLO ALLEGRI (REUTERS)

¿Cualquier tiempo pasado fue peor? No siempre, y si no, aquí tienen una muestra: Camelot contra Trumplandia. O Trumplandia contra Camelot.

Empecemos con Jackie, impecablemente vestida por Oleg Cassini, versus… a ver, no es lo mismo, pero tampoco están mal las portadas de Melania en tanga, tacones y pistola para FHM y GQ.

Teníamos al Manitou, el velero de madera con el que JFK navegaba por la bahía de Chesapeake. Ahora tenemos al Trump Hotel de Las Vegas, y sus ventanas con oro de 24 quilates de verdad.

Tenemos Hyannis Port, Massachusetts, versus Mar-a-Lago, el complejo de Trump para ricachones en Palm Beach.

Desgraciadamente ya no lo tenemos, pero teníamos a John John. Ahora tienen a Tiffany, hija de Donald y su segunda mujer. Llamarse John John molaba, pero llamarse Tiffany, en Estados Unidos, es igual que llamarse Tiffany aquí.

Por la vía Tiffany, tenemos a Marla Maples, Miss Resaca Beach 1983; la examante de Donald convertida en esposa número dos. La amante de JFK era Marilyn Monroe.

De alguna manera, teníamos a Gore Vidal emparentado con los Bouvier. Ahora tenemos al exitoso yerno de Trump, Jared Kushner, con una trayectoria clavadita a la de Nate Archibald, el personaje de Gossip Girl. Gore Vidal versus Cecily von Ziegesar. No tan literario, pero todo queda en el Upper East Side.

Y para terminar, teníamos a Aristóteles Onassis, Skorpios, la Callas. Este fin de semana hemos tenido a Rossano Rubicondi e Ivana Trump en Saint Tropez. Rubicondi es el cuarto exmarido de Ivana, la esquiadora checoslovaca que se llevó (gran) parte de la fortuna de Trump después de divorciarse de él.

Mejor o peor tiempo, nos lo imaginamos, ahora, no nos íbamos a aburrir.

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