La lucha de los atletas por conquistar marcas imposibles generó otra competición en los Juegos Olímpicos: la tecnológica. A pocas semanas del arranque de la cita en Río 2016, recorremos los hitos que han jalonado el desafío de los relojeros suizos por medir los grandes récords.
Carl Lewis gana los 100 metros lisos en Los Ángeles 1984. Miguel NaviaSistema que traslada el pistoletazo de salida mediante una señal sonora al talón de los corredores.Miguel NaviaSeñal de salido en Vancouver 2010.Miguel NaviaCámara para la medición de la revolucionaria 'foto finish' que, con la captura de miles de imágenes, ayuda a ajustar las llegadas a meta.Miguel NaviaMetcalfe y Rolan, en una controvertida meta de los 100 metros lisos en 1932. Los jueces decidieron el ganador fiándose de una película de cine.Miguel NaviaMaletín con seis relojes de parada que se utilizó en los años veinte.Miguel NaviaEl medallista olímpico sueco Rune Larsson (a la derecha), junto a un puesto de medición mediante célula fotoeléctrica.Miguel NaviaSeñal de salido en Londres 1948.Miguel NaviaPantallas de cronometraje que proyectan a los nadadores el tiempo desde el agua.Miguel NaviaLlegada de una competición de natación en piscina olímpica.Miguel NaviaCámaras de alta velocidad para el seguimiento de cada pista.Miguel NaviaPhotosprint proporcionaba una imagen 30 segundos después del fin de las carreras.Miguel Navia