El paraíso de las estrellas de mar
Varias estrellas de la especie 'Pisaster ochraceus' sufren de una enfermedad que les provoca la muerte en pocos días
Desde el año 2014 y hasta la actualidad las poblaciones de estrellas de mar de la especie Pisaster ochraceus, que viven en la costa del océano Pacífico de América del Norte, se han visto afectadas por una enfermedad que, en pocos días, provoca la muerte de los animales afectados. Esta afección es conocida con el nombre de Síndrome debilitante de las estrellas de mar. La especie, que es muy abundante en los fondos rocosos próximos a la línea intermareal, prácticamente ha desaparecido de muchos lugares del litoral de Canadá, Estados Unidos y México.
La causa de esta enfermedad es un virus y el factor desencadenante de estos procesos epidémicos parece ser que tiene alguna relación con el aumento de la temperatura del agua de mar y con otros factores ligados al cambio climático.
La desaparición de esta especie puede ocasionar profundos cambios en la composición de las poblaciones marinas de la zona litoral y una disminución de la biodiversidad puesto que estas estrellas, junto con los erizos de mar, entre ellos el púrpura y el rojo, tienen un papel clave en la conservación de estas comunidades marinas.
Las estrellas de mar ocre viven sobre las rocas, desde la zona intermareal más baja hasta los quince o veinte metros de profundidad. Suelen formar grupos muy numerosos, de decenas de individuos por metro cuadrado. Estos animales se alimentan, sobre todo, de bivalvos, especialmente de mejillones, de los que son sus principales depredadores. Su papel ecológico es clave ya que impide el desarrollo excesivo de las poblaciones de estos moluscos y evita que ocupen la mayor parte del espacio disponible. A poca profundidad, entre las rocas y piedras del fondo, es habitual ver gran cantidad de conchas de mejillón que se van acumulando con el paso del tiempo.
Aquí también es muy importante el papel ecológico de las poblaciones de erizos de mar, que pueden alcanzar también una alta densidad de individuos. Estos animales marinos se alimentan de algas, lo que impide la proliferación excesiva de estos vegetales. Durante la noche se desplazan por la superficie de las rocas para roer el recubrimiento algal.
Este equilibrio entre las poblaciones de estrellas de mar ocre, erizos, algas, mejillones y otras especies permite que en el fondo queden espacios libres que son ocupados por una gran variedad de invertebrados, ya sean otros equinodermos, anémonas, nudibranquios, moluscos o crustáceos. En esta zona la biodiversidad es muy alta.
Según algunas observaciones parece ser que, afortunadamente, en algunos lugares ya hay indicios de una incipiente recuperación de las poblaciones de estrellas de mar ocre.
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