JPelirrojo: ¿Ha explotado la burbuja de los 'youtuber'?

El modelo de negocio de YouTube es un misterio para muchos, o lo era hasta que los youtubers más conocidos empezaron a salir por televisión, meter marcas en sus videos y trabajar a tiempo parcial en eventos. Ya todo el mundo sabe qué tipo de vida llevan los youtubers ; les llevan a sitios con los que los mortales solo podríamos soñar, les pagan por hacer reviews, por hablar bien de productos y en general, parecen vivir de su cara bonita. Claro que es injusto decir que esto es así: los youtubers son gente con conocimientos de marketing, de edición de video, de idiomas, de community manager... Pero la burbuja del todo gratis y todo por el filtro de nubes de colores parece que está amenazando con explotar, y el escándalo ha salpicado esta semana a uno de los youtubers con más seguidores de España.

Le vimos declararse a su prometida en un video y hay quien opina que le veremos vender hasta su boda, pero lo cierto es que JPelirrojo, con más de un millón de suscriptores y antigua imagen de marcas como Worten o Nestlé, parece haberse metido en camisas de once varas. A raíz de la trágica muerte del torero Víctor Barrio, e independientemente de lo antitaurino que se sea, el youtuber aprovechó para lanzar unos desafortunados tweets jactándose de la muerte del mismo y alabando el destino que el toreo le reserva a muchos toreros.

Pero los tweets los carga el diablo, sino que se lo digan a Zapata. Con el hashtag #BoicotNestle la comunidad de Twitter se ha lanzado a la ofensiva contra JPelirrojo y las marcas que le tienen como imagen. Los tweets en cuestión, en los que suelta lindezas como: “Si un pirómano muere ardiendo en uno de los incendios que ha creado, es una placentera justicia poética. Pues eso, que le den a los toreros”.

Sí que han desatado un verdadero incendio en torno a la figura del youtuber pues ayer el youtuber en cuestión se despertó con la noticia de que Nestlé ha decidido prescindir de su imagen para promocionar sus helados del verano ante la avalancha de críticas y furiosos tweets de seguidores decepcionados con la actitud de JPelirrojo.

Lo más interesante, por contra, es que este escándalo ha destapado otros esqueletos en el armario que la empresa tenía guardados. Denuncias por esclavitud infantil en sus fábricas en Costa de Marfil, maltrato animal, desafortunadas declaraciones de sus altos cargos, como la polémica de Peter Brabeck, antiguo director ejecutivo del Grupo Nestlé, alegando que “el agua no es un derecho: tendría que ser privatizada y tener valor de mercado.” Cualquiera con acceso a Internet puede tirar de hemeroteca, y es justo lo que han hecho los usuarios de Twitter que han declarado el boicot a la empresa, incitados en un principio por los tweets de JPelirrojo.

Sin embargo, no es el único escándalo esta semana. La Comisión Federal de Comercio de EEUU ha multado a la empresa Warner Bros-Home Entertainment por pagar a ciertos youtubers para hacer publicidad encubierta de uno de sus videojuegos, concretamente el título Tierra Media: Sombras de Mordor. En este caso, se supo que pagaron al popular youtuber PewDiePie (46 millones de seguidores) varias “decenas de miles de dólares” para hablar bien de su juego. Según la sentencia, “los consumidores tienen derecho a saber si la gente que habla de los videojuegos está aportando su propia opinión o si se trata de discursos pagados.” Se trata de una sentencia histórica que coincide con un suceso pionero en España como es el linchamiento público a JPelirrojo por sus tweets.

¿Qué sucede con el mundo de YouTube?

Como ya presagiaban algunos, la burbuja está a punto de estallar. Pues no dejamos de estar ante gente muy joven que se encuentra moviendo masas de opinión y cifras de dinero. ¿Hasta cuándo puede sostenerse este modelo de mercado? ¿Cuánta vida puede venderse sin caer en el escarnio público ni en errores como el que ha cometido el youtuber JPelirrojo?

Aquí no terminan las polémicas: esta misma mañana el youtuber Izhan (42 mil seguidores) se hacía eco en su Twitter, @Izhan_go, de que una empresa estaba utilizando su imagen en vayas publicitarias sin su permiso. Su legión de seguidores no ha tardado en clamar al cielo y rastrear el origen de la agresión a los derechos de imagen, que ha salpicado a otros youtubers.

La reflexión está servida: el precio de la fama. Algo de lo que ya hablaran muchos afectados por esta arma de doble filo. ¿Hasta qué punto compensa que todo lo digas, todo lo que hagas y todo lo que pienses sea de dominio público? ¿Compensan los viajes gratis, los cheques en blanco por promocionar marcas? ¿Cuál es el precio que pagan algunas de estas nuevas rockstar por un desliz en sus redes sociales? Ya conocemos unos cuantos casos: Dalas Review, JPelirrojo, Álvaro Reyes... y la lista de celebridades a quienes se les va engrosando esta fama prematura a la vez que efímera.

 La pregunta llevaba tiempo en el aire, pero parece que empezamos a dilucidar una respuesta: ¿cuánto tiempo puedes pasar convertido en una marca publicitaria andante? Parece que el sueño de YouTube empieza a tornarse pesadilla para algunos de sus niños prodigio.