_
_
_
_
Porque lo digo yo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Único

Los que deciden qué vemos, parecen empeñados en convertirnos en un país más soso, puritano y estrecho

Javier Gurruchaga, de La orquesta de Mondragón, durante una actuación en Las Ventas en 2013.
Javier Gurruchaga, de La orquesta de Mondragón, durante una actuación en Las Ventas en 2013. Cordon press

Una de las personas menos adecuadas, de todos los tiempos, para trabajar en un banco ha sido Javier Gurruchaga. Pero eso es lo que hizo en San Sebastián desde los 14 años. Era hijo único de gente humilde y entró de botones en una sucursal para ayudar a sus padres. Aún le pincha el rencor a la oficina siniestra: no entra en un banco ni para atracarlo. Su madre sirvió a la gran burguesía donostiarra y le pagaban fatal. Él y la gente de orden nunca se han gustado.

En 1976, con 18 años, fundó la Orquesta Mondragón, un nombre que evoca a su tierra y a los locos. Marchó a Madrid y se empapó del ambiente que se impuso en la España más excitante de su juventud. Sus derroches de genialidad arrasaron en la movida y en la tele de los ochenta. La bola de cristal o Viaje con nosotros elevaron muy alto el listón de calidad, humor, provocación y descaro. El especial de Nochevieja de 1988 permanece como una cumbre del surrealismo subversivo en la tele española. Hoy sería inconcebible. Los que deciden qué vemos, parecen empeñados en convertirnos en un país más soso, puritano y estrecho.

Su casa de la calle de la Libertad, donde rodaron Berlanga y Almodóvar, es su mejor retrato: un inmenso caos en el que brillan miles de fetiches, libros, discos, fotos, pinturas y películas que delatan su amor por la alta cultura y el disparate exquisito.

La Mondragón acaba de editar un disco de duetos, Anda suelto Satanás, como el tema de Luis Eduardo Aute. Cuarenta años ya, con la voz bella y única de Javier Gurruchaga, su talento suelto y la mirada azul.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_