9 fotosReservas de sostenibilidadLas reservas de la biosfera como la de Huascarán (Perú) integran a las comunidades de la zona en la busca de medios de vida más sostenibles 24 jun 2016 - 09:16CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlacePablo Pérez ÁlvarezVecinos preparan alimentos para ofrecer a los turistas que visitan la laguna de Chinancocha. Desde que comenzó este proyecto turístico de desarrollo sostenible en en Parque de Huascarán, el número de visitantes se ha multiplicado y supera los 120.000 anuales.Pablo Pérez ÁlvarezLumidla Jiménez prepara una cagancha, una galleta frita típica de Huascarán hecha con harina, huevo, agua y azúcar. Gracias al proyecto turístico de desarrollo sostenible, Jiménez ha podido sacar adelante a su familia tras quedar viuda con una hija pequeña. Como el resto de comuneros que trabaja en el proyecto, cobra por cada día de trabajo, independientemente del número de turistas, con lo que complementa los ingresos que obtiene de la agricultura y la ganadería.Pablo Pérez ÁlvarezLa comunidad de Unidos Venceremos, situada en la zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera de Huascarán. Gracias a los ingresos obtenidos con el contrato firmado con el parque para ofrecer servicios turísticos, han multiplicado sus ingresos. Han donado una computadora a una de las escuelas del pueblo, y una fotocopiador al otro. Además, están pensando en invertir las ganancias en construir una gasolinera y en un albergue. Pablo Pérez ÁlvarezEl proyecto de desarrollo sostenible con la comunidad de Unidos Venceremos busca que esta población se dedique cada vez más al turismo y deje actividades como la ganadería, que provoca serios impactos ambientales en la reserva de Huascarán. Las vacas arrancan las plantas al pastar, compactan el terreno y escarban en busca de sal, al que son adictas. Pablo Pérez ÁlvarezJaime Ramos, presidente de Unidos Venceremos reconoce que al principio desconfiaban al principio del proyecto que les ofrecían el Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp) de Perú. Ahora, con la multiplicación de los ingresos para la comunidad, todos están contentos, asegura. Pablo Pérez ÁlvarezUna de las especies protegidas en la Reserva de la Biosfera de Huascarán, es la puya Raimondi, una bromeliácea que crece durante 30 o 40 años para alcanzar hasta 15 metros de altura y florece una sola vez unos tres meses antes de morir. Antes los habitantes de la zona la quemaban porque las ovejas se pueden quedar atrapadas en las afiladas hojas de su base.Pablo Pérez ÁlvarezTurista en el Glaciar Pastoruri. La Reserva de la Biosfera de Huascarán contiene el 70% de los glaciares tropicales de América Latina. Estos glaciares son particularmente sensibles al cambio climático. Las Reservas de la Biosfera que incluyen montañas son importante espacios de observación del cambio climático y de experimentación de modelos de adaptación y mitigación.Pablo Pérez ÁlvarezDebido a su pérdida de volumen por el cambio climático, el Parque Nacional de Huascarán ha prohibido subir al Glaciar Pastoruri. Antes incluso se organizaban en él las competiciones de esquí y snowboard más altas del mundo (su parte más alta está a 5.200 metros sobre el nivel del mar), pero la aparición de cada vez más grietas hace peligroso caminar por ellos. Desde hace unos años, los turistas que llega hasta aquí se deben contentar con contemplarlo desde fuera.Pablo Pérez Álvarez