Un imitador de Ben Alí causa estupor en Túnez

Zine al Abidine Ben Alí, el exdictador tunecino huido a Arabia Saudí en plena revuelta popular de 2011, ha decidido romper sus más de cinco años de silencio concediendo una entrevista exclusiva a Attesia, una televisión del país magrebí. O al menos, eso es lo que los invitados del programa Allo Jeddah creen. En realidad han sido víctimas de un ingenioso formato de cámara oculta dirigido por el prestigioso periodista Maki Halal. Al otro lado de una presunta conexión defectuosa de Skype con la ciudad de Jeddah, el exilio dorado del tirano, se halla el genial imitador Wassim Herissi, alias Migalo.El resultado es un divertido programa que ha competido con los tradicionales culebrones de Ramadán por el liderato de la audiencia en el mes del año en que los musulmanes consumen más televisión.

En los nueve episodios emitidos hasta ahora, todos grabados antes del inicio del Ramadán, han desfilado políticos, periodistas y personalidades públicas. Ante la noticia inesperada de la conexión con Ben Alí, los invitados reaccionan con estupor y algunos incluso caen presas del pánico. Dos de ellos, el político Ibrahim Ben Kassas y el periodista Ben Othman, a pesar de haber sido muy críticos con el expresidente tras su huida, le dedicaron alabanzas en antena. No en vano Ben Alí, que lideró durante más de dos décadas un brutal régimen que violaba los derechos humanos de todo disidente, continúa suscitando pavor incluso estando exiliado a miles de kilómetros.

Aunque algunos analistas políticos creen que el programa satírico más bien rehabilita la figura del exdictador, a Ben Alí no le ha hecho ninguna gracia. Uno de los productores de Attesia declaró la semana pasada que el expresidente había interpuesto una demanda judicial en su contra. Sin embargo, su abogado, Mohamed Ben Salah, ha negado la información, si bien ha reconocido que Ben Alí se puso en contacto con él para solicitarle que intentara poner fin a la emisión recurriendo a la justicia. Al final decidieron negociar con la cadena y presentar solo una queja a un órgano público que regula los medios de comunicación.