Un anuncio acusado de racista desvela la obsesión por la blancura en Asia
Un vídeo publicitario que corre como la pólvora en las redes sociales chinas dispara de nuevo el debate sobre la obsesión por la blancura en Asia
La obsesión por la blancura en Asia juega malas pasadas en la publicidad. El último ejemplo es el de la empresa Qiaobi, que promociona sus pastillas para lavar la ropa más blanca con un polémico vídeo plagado de tópicos racistas y machistas. En el anuncio, copia de otro spot italiano en el que la historia se invierte, una joven china aprovecha su atractivo sexual para hacer que un obrero de raza negra se le acerque. Cuando lo tiene a tiro, le hace tragar una de las pastillas de Qiaobi y lo introduce en la lavadora de cabeza. Cuando el ciclo de lavado acaba, del aparato sale un chico chino impoluto.
“La empresa no ha tenido intención de hacer un vídeo racista. Han elegido a un negro porque es negro, sin más”, comenta un internauta en la red social Weibo, donde el anuncio ha creado un agitado debate. “Por favor, que lo meta de vuelta en la lavadora, que todavía está amarillo”, comentaba otra con una ironía que impregna muchos de los comentarios. “No creo que sea objeto de broma. Habría que multar a la empresa por dañar la imagen de China”, replicaba un tercero.
Es reflejo de una actitud racista que la mayoría de ciudadanos chinos no niegan
Después de haber rehusado contestar a las preguntas de los periodistas, la empresa responsable de la campaña publicitaria ha decidido hablar con el diario oficialista chino Global Times para dar su versión de lo sucedido. “Creemos que la prensa extranjera ha sido demasiado escrupulosa. Nosotros solo queríamos promocionar el producto y nunca pensamos en el asunto del racismo”, ha comentado un portavoz de la empresa apellidado Wang. No obstante, ha reconocido que solo se emitió una versión reducida de cinco segundos “en la que no aparece el personaje negro”, y que desconoce cómo ha llegado a hacerse viral online el vídeo completo.
En cualquier caso, el vídeo es reflejo de una actitud racista que la mayoría de ciudadanos chinos no niegan. Y muchos se refieren al propio uso del lenguaje chino para certificarlo. Por ejemplo, extranjero es literalmente 外国人 (waiguoren), pero generalmente es una palabra que, como 老外 (laowai), se utiliza para referirse a la población de raza caucásica. Rara vez se llama a la gente de color así. A ellos se refieren como 黑人 (heiren), literalmente persona negra. “No importa en realidad el origen étnico (excepto determinados casos de determinadas personas) sino el poder económico que se sustente frente al otro”, escribe en Facebook Kangyun Xiao, una joven china residente en España.
China no es el único país asiático cuya publicidad se ha mostrado claramente racista. En Tailandia varios anuncios también han llamado la atención, y uno de ellos tuvo que ser retirado por una empresa subsidiaria del gigante Unilever, porque la querencia por la tez pálida mostraba a quienes tienen la piel morena como parias. “Los asiáticos únicamente son racistas con quienes creen que son más pobres que ellos. O sea, otros asiáticos y los negros, que para ellos siempre son africanos. Es una realidad triste que posiblemente cambie con el tiempo, cuando tengan más contacto con el mundo. Pero ahora es así”, sentencia Lian Shifei, un joven estudiante de Sociología de Shanghái.
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