La casa de todos

FOTO: Santos-Díez /Bisimages 

La historia de este proyecto es la de un círculo vicioso: ¿cómo convertir un edificio icónico en un lugar para todos? Y al revés: ¿cómo acercarlos –en lugar de alejarlos- a todos –niños, ancianos, jóvenes y mujeres del mundo rural- a un icono arquitectónico? La ludoteca-biblioteca-centro de ocio y juventud de Castrelo de Miño (en Ourense) buscaba ser una alternativa a la calle para los más jóvenes y una ventana al mundo para los mayores. Los arquitectos Cecilia López Muiños, Juanjo Otero y el aparejador Luis Ángel López consiguieron su propósito con pequeñas y grandes decisiones arquitectónicas.

Partían de uno de los mayores inmuebles del pueblo, la casa del médico, que incluía una zona de sanatorio. La ubicación era también céntrica. El programa, ya ha quedado anotado, amplio; los medios, escasos y la necesidad de hacerse ver y entrar por los ojos, grande: era importante que cada colectivo quisiera disfrutar de la nueva infraestructura. Entendieron el encargo como una casa para todos.

Para convertir una casa de pueblo en un referente en el pueblo, los arquitectos no tuvieron ninguna tentación de disfrazar el edificio de modernidad, al contrario, lo dotaron de humanidad. Lo hicieron saneándolo, reorganizándolo, desnudándolo y empleando materiales tradicionales. También lo hicieron completamente accesible (por medio de una rampa) y finalmente lo acercaron a la gente disolviendo el muro que lo separaba de la calle. Hoy el antiguo muro está ocupado por unas gradas convertidas en bancos que hacen de la ludoteca un espacio público por dentro y por fuera. Así, desde la sencillez, la tradición, los pocos medios y las buenas ideas la marca icónica la tuvieron que añadir a la arquitectura y lo hicieron con forma de escultura. Un cartel gigante auto-iluminado con la palabra INFO cuyas letras son, a la vez, las estanterías del libre préstamo de libros (bookcrossing) da la cara por la ludoteca. El resto no se ve: mantenimiento de los suelos de chapa de hierro para repartir la carga sobre la estructura, refuerzos, aislamiento en los muros y bajo la cubierta para la rehabilitación energética y luminarias de bajo consumo. El precio por metro cuadrado es otro de los logros del proyecto: 480 euros.