El silencio del rugby
Hace años asistí a un partido de rugby con un amigo forofo del fútbol. No entendía por qué se guardaba silencio cuando el pateador del equipo contrario tiraba a palos una falta de castigo siendo que en el fútbol se pita estruendosamente no solo al árbitro, sino también a los jugadores rivales. No entendía por qué se trata de usted al árbitro y se le guarda un exquisito respeto. Y lo que menos entendía era que los árbitros, los jugadores y los técnicos de los dos equipos, y también los aficionados, se reunieran fraternalmente en el tercer tiempo alrededor de unas cervezas para comentar el partido y conversar. Yo le contesté: es que esto es rugby y el rugby es un deporte de valores.— Paco Barón Duarte.
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