Alrededor de un vocablo
El término inglés ‘around’ tiene dos significados, pero a veces los periodistas traducen el que no corresponde
Una de las clonaciones del inglés que se están enquistando en los periodistas por una mala traducción de teletipos o periódicos escritos en ese idioma consiste en escribir en español oraciones como “cantará alrededor del mundo” o “caminó alrededor de la ciudad”. En tales casos se adivina un original semejante a “she will sing around the world” o “he walked around the town”. Dados sus contextos, esas expresiones se traducen al español como “ella cantará por todo el mundo” o “él caminó por la ciudad”. Del mismo modo que “all around” no significa “todo alrededor” sino “por todas partes”.
Los idiomas tienen estas cosas, no son simétricos entre sí. Por ejemplo, el fish del inglés es nuestro pez si está en el mar y nuestro pescado si lo tenemos en el plato.
Una vez quise contar en francés el famoso chiste sobre las únicas dos estaciones que tiene Burgos (el invierno... y la del tren); pero cuando ya lo había empezado fui consciente de que mi interlocutora francohablante no iba a entender nada, pues en su idioma la estación climatológica se denomina saison y a la ferroviaria se le dice gare, con lo cual no había chiste. Si lo hubiera terminado (en vez pararme sonrojado a la mitad), esa persona habría pensado que en Burgos se denomina “la del tren” a una de las estaciones del año; y que quizás es algo así como “la estación de los truenos” (por el ruido, digo). En inglés me habría ocurrido igual con station (la estación ferroviaria) y season (la del clima).
Algo así sucede con around: un término que cuando viaja al español puede significar “alrededor de”… o no.
“Alrededor de” se construye sobre la base “rededor” (contorno), y significa (cuando funciona como una locución preposicional que denota lugar) “en torno a algo”, por lo que equivale a que se circunde un espacio físico. Así, “viajar alrededor del mundo” equivale a rodearlo. Y eso realmente no parece fácil, porque para alcanzar tal logro habría que desplazarse de frente dibujando una circunferencia; como un avión o una nave espacial, que sí pueden circundar la Tierra; o como un vehículo anfibio que nos sirviese para avanzar por el mar y por los caminos sin desviarnos del trazado.
La traducción adecuada sería, claro, “viajar por todo el mundo”, fórmula imprecisa que no obliga a una ruta concreta ni a pisar cada uno de los continentes.
Escuché también hace días en una radio que el encuentro Barça-Madrid sería visto por 600 millones de personas alrededor del mundo, lo cual supone que tan ingente cantidad de astronautas debería estar en órbita durante el partido.
Imagino que alguno habrá pensado al oír eso que aquella brillante expresión periodística sobre los “futbolistas galácticos” se nos había ido de las manos.
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