Habitat III- Barcelona: Conferencia temática sobre espacios públicos

“Actuar en el espacio público no es una tarea fácil; y más, cuando la dotación del espacio público a nivel mundial está disminuyendo debido a la privatización de la urbanización, del diseño urbano y el planeamiento urbanístico”, Joan Clos.

“La inclusión de la vida pública en el ‘toolkit’ de diseño urbano, es esencial”, Maryam Hariri.

“El carácter de la ciudad se define por sus calles e infraestructuras y la densidad y la compactación tienen un impacto directo sobre su carácter”, Maria Buhigas.

Universidad de Barcelona, lugar donde se celebró la conferencia temática sobre el Espacio Público. Crédito: Teresa García Alcaraz

'Cada vez más, los espacios públicos son percibidos como ejes vertebradores de las ciudades'. Así dió la bienvenida Joan Clos, exalcalde de Barcelona y secretario general de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo urbano sostenible y Vivienda (Habitat III), en la conferencia temática sobre Espacio Público que tuvo lugar en Barcelona el 4 y 5 de Abril.

Un encuentro donde más de 700 participantes incluyendo académicos, políticos, sociólogos, arquitectos, investigadores y críticos urbanos compartieron saberes y opiniones sobre el espacio público con el fin de redactar una declaración centrada en esta temática. El documento final -derivado de este encuentro en Barcelona- se considerará parte del proceso del Habitat III, que traerá una Nueva Agenda Urbana durante la conferencia de Quito durante el 17- 20 de Octubre de este año.

Fueron dos días intensos de seminarios, charlas y debates en los que el espacio público se entendió como un elemento fundamental de la ciudad que debe apostar por la inclusión, la igualdad y la sostenibilidad. Una idea que tanto Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, como Augusto Barrera (FLACSO) resumieron de una manera muy sencilla: “el espacio público es la ciudad”.

Durante el primer día de conferencias, se trataron temáticas importantes así como la planificación urbana para compartir los espacios públicos y bienes comunes, el liderazgo público, la ciudadanía y el derecho a la ciudad, el incremento de la aparición de comunidades cerradas y de qué manera se puede monitorear el crecimiento urbano global y la cualidad de las huellas urbanas.

En la segunda jornada, las charlas y sesiones plenarias se centraron en la producción del espacio y la movilidad, donde varios agentes urbanos explicaron iniciativas e innovaciones ciudadanas para potenciar una movilidad más sostenible (buses eléctricos, ciclo vías, peatonalización de las calles…). Tanto Salvador Rueda, director de BCN Ecologia como Josep Bohigas, de Barcelona Regional, explicaron la idea qué se está ejecutando en Barcelona llamada Supermanzanas, con la intención de liberar el espacio interior de las manzanas del ensanche para distintos usos, además de la estrategias de beneficiar al peatón y reducir el uso del transporte privado en la ciudad.

Otras conferencias se centraron en la producción, intercambio y sostenibilidad en el espacio público así como su democratización, accesibilidad y el derecho a la ciudad.

Aula Paranimf durante la cuarta sesión plenaria sobre producción, intercambio y espacio público. Crédito: Teresa García Alcaraz

Joan Clos aseguró que “actuar en el espacio público no es una tarea fácil; y más, cuando la dotación del espacio público a nivel mundial está disminuyendo debido a la privatización de la urbanización, del diseño urbano y el planeamiento urbanístico”.

Durante el siglo pasado, la urbanización acelerada fue una de las características definitorias de los asentamientos humanos. Y se prevé que este proceso de urbanización siga aumentando hasta mitades del siglo XXI. Actualmente, un 55% de la población mundial es urbana (4700 millones de personas) y las proyecciones a futuro calculan que se llegará al 66% en 2050 (6300 millones). Por lo tanto, es inevitable subrayar que hay que trabajar conjuntamente para adaptarse y mejorar la manera en cómo se comparte el espacio, ya que esta será una de las necesidades críticas que tendremos que afrontar y aceptar en las próximas décadas.

Una preocupación notable en varios debates fue la necesidad de establecer una mejor política entre gobiernos locales, provinciales y regionales, donde se defina el rol que tiene cada uno y haya un reparto racional en la asignación de recursos. Entidades de África, América Latina y el Caribe hicieron hincapié en este punto en la mayoría de sus presentaciones.

Imaginemos que 3 millones de personas llegasen a la ciudad en los próximos años; es necesaria una sincronización de recursos en relación al espacio urbano así como resiliencia y adaptación al cambio climático.

Es necesario aprovechar al máximo los espacios que ya existen y potenciar los vacíos que están desaprovechados. La revitalización del espacio público para todos es imprescindible en nuestras ciudades; y eso significa, un espacio democrático que huya de la privatización, favorezca la accesibilidad, la participación ciudadana y la diversidad. Partiendo de la base de construir y potenciar ciudades más inclusivas, es vital entender el derecho a la ciudad para todos: no solo de los que la habitan, sino de los que la visitan, la cruzan para ir a trabajar, los refugiados, los turistas, etc.

Tal como Maryam Hariri (Universidad de Nueva York) mencionó: “la inclusión de la vida pública en el ‘toolkit’ de diseño urbano, es esencial”.

La vida urbana debe celebrarse en la calle, así como se celebra en distintas partes del mundo ya sea con festivales callejeros, puestos de comida, espectáculos, mercados semanales, etc. ya que de esta manera se genera actividad, trabajo y nuevas centralidades. Tal como puntualizó María Buhigas (Urban Facts), “el carácter de la ciudad se define por sus calles e infraestructuras y la densidad y la compactación tienen un impacto directo sobre su carácter”.

En los próximos días, todas estas ideas se verán reflejadas en la declaración final de Barcelona que estará disponible online en la página de UNHABITAT, destacando los puntos más fuertes de esta conferencia: el espacio público como ágora -centro de todas las actividades sociales, culturales, políticas y económicas-, la movilidad y el derecho a una vivienda digna.