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Peces de las praderas

Unas simples gafas de buceo pueden servirnos para admirar las praderas submarinas, pero siempre acompañados

Las praderas submarinas, ya sean de posidonia o de otras fanerógamas marinas, son ecosistemas muy ricos. No hace falta ser buceador para descubrir la riqueza de estos parajes sumergidos. Para ello necesitamos tan solo unas gafas de buceo, unas aletas, un tubo respirador y un traje de neopreno si el agua está fría o si queremos estar un cierto tiempo en el mar. Una advertencia: nunca hay que ir solo y es conveniente señalar nuestra posición mediante una boya de color naranja para que nos haga visibles a una cierta distancia. En el mar, nuestra seguridad es primordial.

En estos herbazales podemos descubrir un interesante mundo submarino que pondrá a prueba nuestra capacidad de observación. Podemos encontrar praderas submarinas en los fondos arenosos de las calas y también en ciertas playas de nuestro litoral. En las zonas bien conservadas pueden llegar, incluso, cerca de la superficie.

Para observar a los peces que viven en estos fondos es necesario armarse de paciencia y no hacer gestos bruscos que los asuste. Poco a poco, estos animales irán perdiendo el miedo y empezarán a moverse, aunque sin separarse mucho de las hojas. También nosotros aprenderemos a verlos y a identificarlos.

Muchos peces suelen pasar desapercibidos debido a su coloración críptica y a su comportamiento. Sus colores y las formas del cuerpo les permiten confundirse con el entorno donde viven y cuando se sienten amenazados suelen situarse entre las hojas y los tallos de las plantas. Allí permanecerán ocultos hasta que desaparezca el peligro.

Podemos encontrar praderas submarinas en los fondos arenosos de las calas y también en ciertas playas de nuestro litoral. En las zonas bien conservadas pueden llegar, incluso, cerca de la superficie

Generalmente suelen ser peces pequeños. Fácilmente encontraremos lábridos, serránidos, blénidos, góbidos y con mucha suerte signátidos, como los caballitos de mar o los peces pipa. En los pequeños claros de las praderas pueden aparecer escórporas y rascacios posados en el fondo, completamente inmóviles, además hay grupos de salmonetes que con sus barbillones van levantando el sedimento para buscar su alimento. Por encima de la cubierta vegetal es fácil distinguir a sargos, mojarras y obladas. A esta pequeña lista se pueden sumar muchas otras especies que, con experiencia, iremos aprendiendo a identificar.

A pesar de que nos pueda parecer que esta inmensa masa vegetal es una gran fuente de alimento para muchos peces herbívoros, la verdad es que en nuestro litoral sólo las salpas adultas y los erizos de mar las utilizan como alimento. Curiosamente las salpas jóvenes son carnívoras aunque, posteriormente, cambian su dieta para pasar a un régimen vegetariano, alimentándose entonces de posidonias y de algas. Si se presta atención es fácil ver a grupos de centenares de individuos moviéndose de un lugar a otro y comiendo las partes más tiernas de las hojas.

En nuestro paseo acuático es interesante llevar alguna guía plastificada de organismos marinos. La podremos utilizar en el agua para identificar las especies que vayamos observando mientras hacemos el recorrido.

Manel González Benaiges es biólogo, camarógrafo, director y realizador de documentales de naturaleza, aventura y buceo. Es autor del blog 'Buscando el azul'

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