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Tentaciones

'Quiero ser monja', el primer 'reality' en el que el confesionario es de verdad

El programa que estrena Cuatro este domingo promete dar mucho de qué hablar esta temporada. ¿Será el nuevo Gran Hermano?

Me parecía obligatorio hablar del programa que estrena ahora Cuatro, cuyo título nos pone los pelos como cerdas de un cepillo para zapatos: Quiero ser monja, la llamada. En este reality veremos cómo cinco muchachas con vocación religiosa (una de ellas con novio, ojo) viven durante seis semanas en distintas congregaciones para tomar su decisión final: si quieren convertirse en novicias. Después de ver el original americano, he hecho una comparación con la vaca sagrada de los realities, Gran Hermano, y las monjas ganan por goleada. Primero: la llamada la hace el mismísimo Dios, y Mercedes Milá es mucha Mercedes, pero con Dios es difícil competir.

Segundo: el confesionario será de verdad, con su reja, sus maderas nobles y su súper. En este caso, súper cura. Yo pondría en ese puesto a Rouco Varela y, si no, a Paco Clavel, que no nos vamos a dar cuenta. Además, nos ahorraremos los insoportables gritos de los realities si guardan voto de silencio. Encima daría más risa, porque parecería una pelea de mimos. Y lo más impactante: si hay edredoning (recordemos a la del novio) será por primera vez causa de expulsión inmediata. A no ser que estén rezando a escondidas: entonces pasan directamente a la final.

En definitiva, estoy deseando que Quiero ser monja, la llamada tenga éxito para ver si se pone de moda el hábito de monja como la camiseta de "Andrea te quiero" de Belén Esteban, y acabamos todos viviendo como si estuviéramos en Sonrisas y lágrimas.

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