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Tentaciones

'Darling', eres un poco zombie

Las damas de Jane Austen se rebelaban contra la imposición de buscar un marido. En 'Orgullo y prejuicio y zombies', cuya película llega ahora, empuñan la espada contra otra amenaza: los no muertos

"Se ha quedado buena tarde para masacrar zombis": Lily James ('Downton Abbey', en el centro) y las hermanas Bennet, unas señoritas de armas tomar.
"Se ha quedado buena tarde para masacrar zombis": Lily James ('Downton Abbey', en el centro) y las hermanas Bennet, unas señoritas de armas tomar.

Cuando Jane Austen publicó Orgullo y prejuicio en 1813, criticaba a una sociedad encorsetada y machista que consideraba a las mujeres solo por su capacidad de casarse con el hombre adecuado. Su propia frustración la puso en la boca de Elizabeth Bennet, la protagonista, en su rechazo a contraer matrimonio con alguien con dinero porque, como mujer, no podía heredar la fortuna de su padre. Ninguna de sus hermanas podía. Y, para conseguir un esposo, ellas tenían que ser señoritas refinadas, cultas y bellas. En Orgullo y prejuicio y zombies, además, tienen que saber luchar.

"Si la original ya era un alegato feminista, Orgullo y prejuicio y zombies es ultrafeminista".

"Esos ingleses estirados solo se preocupaban sobre quién se casaba con quién mientras su país se venía abajo", dice Seth Grahame-Smith, el autor de la delirante novela que ahora llega al cine. En aquel momento, las guerras napoleónicas tenían a Gran Bretaña en jaque, pero ellos seguían con sus bailes y líos matrimoniales. "Me pregunté ¿qué pasaría si fueran igual de estirados en mitad del apocalipsis zombi?", recuerda el autor. ¿Un atentado contra un clásico de la literatura? No, un bestseller mundial, cuyos derechos para el cine compró Natalie Portman. "No lo creeréis, pero los clubs de lectura y fans de Jane Austen me han agradecido que le diera una vuelta de humor a la novela", asegura el autor, que ha repetido estrategia con Abraham Lincoln: cazador de vampiros.

"Orgullo y prejuicio y zombies es un testamento a los personajes de Jane Austen", continúa el director Burr Steers. "¿Por dónde vamos, por Bridget Jones parte 19? Todo lo que hizo Austen aún funciona hoy. Por eso la dirección que tomé fue volver a la novela original. Es una fórmula que no falla. Todas las comedias románticas de hoy beben de ella". Steers llegó al proyecto después de que pasaran por él David O. Russell (director de El lado bueno de las cosas) y Craig Gillespie (Lars y una chica de verdad). Cuando Natalie Portman decidió no protagonizarla y quedarse solo como productora, el director se decantó por un reparto de origen británico casi por completo. Gente que "tiene grabada Orgullo y prejuicio en su memoria" y se lo toma muy en serio, aunque estén rodeados de zombis. Al frente, Lily James (Downton Abbey) es Elizabeth Bennet y Sam Riley (Control), Mr. Darcy. "Esta película exagera la historia y refuerza el mensaje", asegura Jack Huson (Boardwalk empire), que interpreta a Mr. Wickham. "Si la original ya era un alegato feminista, Orgullo y prejuicio y zombies es ultrafeminista".

Así es: las mujeres aquí tocan el piano y son maestras de artes marciales. Debajo de sus corsés llevan espadas y pistolas. "Vamos literalmente vestidas para matar", dice Lily James. Luchan mientras declaman frases de amor. Ellas son las heroínas, y ellos los que están en apuros. Las actrices se inspiraron en Angelina Jolie en Salt y en Sigourney Weaver o Linda Hamilton para crear estas hermanas Bennet. "Somos ninja girls", dice Bella Heathcote, que interpreta a la optimista Jane Bennet. "O Spice Girls con espadas", se ríe Lily James.

Pero cuidado: esto no es una parodia o una spoof movie. Una de las escenas más logradas de esta unión de géneros es la proposición de Darcy a Elizabeth. Además de atacarse con palabras, sacan todas sus armas: inglés elegante, frustración, educación y tensión sexual. "Ellos hablan con propiedad, actúan con propiedad. No estamos haciendo un Scary movie. Esto es Orgullo y prejuicio... pero con una buena dosis de vísceras".

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