La educación, un fin en sí misma
Vergüenza siento cuando oigo a los políticos hablar de cuestiones de enseñanza, que se manejan de acuerdo con sus intereses de partido y no pensando en las ventajas de las que podrían beneficiarse los chicos en edad de formarse. Desde la LOGSE, nada en educación ha vuelto a ser igual en España. No es la nostalgia de un tiempo perdido la que evoco sino el recuerdo de un sistema educativo que formaba a los alumnos para aprender más y mejor, de un sistema en el que la mediocridad no era la nota dominante.
Si estos políticos que hacen como que nos gobiernan no son capaces de llegar a un acuerdo para conducir los rumbos de nuestro país, ¿cómo vamos a esperar que se ocupen de algo realmente importante como es la educación? Mal vamos. Con el desastre educativo que padecemos el futuro no se presenta mucho más halagüeño. Acabo con una frase que podría ser de mi admirado Silverio Lanza: ¡peste de políticos!— Ángeles Ezama Gil.
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