Una tracción moral
Aznar, como siempre, metiendo el dedo en la llaga. No le importa faltar al más elemental de los respetos hacia la persona. Sigue teniendo la prepotencia, la arrogancia de quien se cree un ser superior. Cuando dice que hacen falta nuevos liderazgos, debería acompañar el reconocimiento de que fue él quien designó el actual líder del PP. Y en cuanto a líderes con tracción moral, hay que recordarle que si repasa la foto de su gabinete, quedan muy pocos sin imputar por asuntos de corrupción. Me parece que no está en condiciones de dar lecciones de liderazgo, ni de tracción moral.
Quizá la dirección del PP debería tomar alguna medida contra su “presidente de honor”.— Julio García-Casarrubios Sainz.
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