_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

A la yihad en taxi

Más primario, imposible: pidieron un vehículo grande; como llegó uno pequeño, devolvieron a su piso uno de los bultos

Xavier Vidal-Folch

Como sabemos poco, se especula mucho. Pero datos que ya sabemos ponen en cuestión a los (presuntos y súbitos) expertos.

Lo más chocante de la logística en las masacres de Bruselas es que el subgrupo que atentó en el aeropuerto de Zaventem se desplazara hasta ahí en un taxi. Más primario, imposible: pidieron un vehículo grande; como llegó uno pequeño, devolvieron a su piso uno de los bultos ya cargados con explosivos.

¿Acaso no se necesita amplia intendencia, minuciosa planificación, sofisticada logística? Los terroristas directamente involucrados no fueron veinte, sino cuatro o cinco; los vehículos propios utilizados, dos (un Renault-Clio y un Audi). ¿Por qué fueron a la yihad en taxi?, ¿para suplir un fallo (precipitación)?, ¿por exceso de confianza (viva lo ordinario)?, ¿por imprudencia (un taxista siempre es testigo incómodo, como se corroboró luego)?, ¿por improvisación (de aficionados)?, ¿por estilo pandillero-mochilero?

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Ir a matar en taxi choca con la leyenda grandilocuente del terrorismo, las normas de seguridad, las operativas habituales. Cuando se sepa por qué, si se llega a saber, se sabrá mucho.

Como en París el 13-N, en Bruselas el 22-M actuaron sendas parejas de hermanos (los Bakraoui, los Abdeslam), igual que en Charlie Hebdo (los Kouachi), o en Nueva York el 11-S. La endogamia evita traiciones. Pero exhibe flaquezas.

Los casorios entre primos alcanzan el 35% de los matrimonios entre islamistas radicales (El partido de los cuñados, Lluís Bassets, EL PAÍS, 3/7/2013). Las fuentes policiales magnifican la dificultad: el enemigo se escuda en grandes redes, en poderosas células, en una minuciosa planificación.

¿Y si se trata de estructuras muy ágiles en formato árbol-familiar, de pandillas de exdelincuentes radicalizados? Ágiles: ¿atentaron el martes porque estaba previsto o para vengar la detención de Salah Abdeslam del viernes anterior? ¿O por evitar que les denunciase sin actuar antes? Nuevo dato: ahora ya son dos los que no se han inmolado. Ergo, son susceptibles de hablar.

Más incógnitas: si los policías belgas son tan estúpidos, ¿cómo lograron que un amigo de Abdeslam le traicionase y les pusieran en pista de su paradero?

Poned entre paréntesis a (algunos) expertos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_