_
_
_
_
EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Otro empujón para conocer a Cervantes

Una nueva biografía explora cuánto de quijotesco hay en el autor del ‘Quijote’

José Andrés Rojo
Retrato de Miguel de Cervantes, de Juan de Jáuregui.
Retrato de Miguel de Cervantes, de Juan de Jáuregui.

Hay un lío enorme porque España no se ha tomado demasiado en serio la celebración del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes mientras que Reino Unido, en cambio, está tirando la casa por la ventana para acordarse de que Shakespeare murió el 3 de mayo de 1616, solo unos cuantos días después de que lo hubiera hecho —el 22 de abril— el autor delQuijote. La comparación es sangrante y es que, aparte de los dineros, que importan, lo que produce rabia, indignación, vergüenza o simple melancolía es que los británicos parece que saben lo que les interesa movilizar en este aniversario mientras que, en el caso español, no se ha llegado a transmitir qué se podría pretender, perseguir, conquistar volviendo a Cervantes.

Y es que el tratamiento de los clásicos no debería tener nada que ver con la envergadura de los fastos que se les dedican con ocasión de algunas fechas señaladas sino con algo muy diferente: con construir las condiciones que impulsen a leerlos. Si se tiene mucha familiaridad con un autor, seguro que resulta claro lo que falta para proyectar su obra aún más. Lo que carece de sentido es la ridícula hipótesis que está detrás de la fascinación por los fastos, esa idea de que con una temporada de bombardeo publicitario se puede quedar redimido de la tarea esencial: la de conseguir que la gran mayoría de los españoles quiera leer a sus clásicos y, además, los disfrute.

Ese desafío solo se puede alcanzar con proyectos y objetivos claros y con un largo trabajo sostenido, y dentro de una atmósfera social en que se valore a los clásicos. El interés por Cervantes tiene que empezar en la escuela. Y es ahí donde la tarea resulta ardua. Es casi imposible que un adolescente lea el Quijotesi antes no ha leído gran cosa, y eso es lo que ocurre (por campañas que se organicen y nobles propósitos que se invoquen). En un país donde cada plan de estudios procura reducir aún más las Humanidades y en el que sus personajes públicos manifiestan una y otra vez una alarmante alergia por la lectura, que se instale un mínimo interés por los clásicos es una quimera.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Si las leyes de educación se están desentendiendo de las letras y a los políticos (por ejemplo) ni les va ni les viene lo que hagan o hayan hecho los escritores de este país, queda un único camino: aplaudir a quienes siguen explorando los libros y las vidas de esos lejanos maestros antiguos para conocerlos mejor, para buscar otra manera de entrarles, para tender puentes entre sus mundos remotos y la realidad de este tiempo convulso y lleno de incertidumbres.

Es lo que ha hecho Jordi Gracia al embarcarse en una nueva biografía de Cervantes, sumándose así a los afanes de Francisco Rico, Andrés Trapiello y tantos otros. Vuelve a frecuentar los textos que escribió, indaga en las experiencias que pasó, reconstruye lo que imaginó y pensó y fue pergeñando. “Cervantes escribió el Quijote sin haber dejado de ser del todo un hombre quijotesco”, escribe Gracia en el prólogo. ¿Qué quiere decir, dónde va a ir a parar? Corramos a averiguarlo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_