Las empresas no me quieren
Las empresas no quieren que trabaje. Me levanto a las siete de la mañana, planifico mi día y a las ocho me pongo en marcha. Lo primero que hago es ir a las empresas de autobuses que publican ofertas en sus páginas; todos los días aparecen las mismas, y yo me pregunto: ¿es que no llaman a nadie?, ¿nadie cumple los requisitos? Otras empresas te ponen miles de trabas sólo para dejarles un currículum; a veces, una voz a través de un portero automático te dice que lo dejes en un buzón en la calle. No se dan cuenta de que esas fotocopias, con nuestros datos, quedan a la intemperie, y a veces ni siquiera las recogen. Por favor, déjenme trabajar, no mientan a la gente; yo, y muchos como yo, salimos a diario en busca de una oportunidad.— David Marcos Mingo.
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