13 fotos
Primer pulso ciudadano en Francia Sindicatos y estudiantes franceses salieron a las calles en unas 250 manifestaciones que, aunque no especialmente masivas, supusieron el primer gran pulso ciudadano contra la reforma laboral francesa, que coincidió con una huelga en los ferrocarriles y en el transporte metropolitano de París Los organizadores de la movilización, habitualmente próximos al gubernamental Partido Socialista, temen que la actual precariedad laboral que sufren los jóvenes por la crisis se mantendrá el resto de sus vidas como consecuencia de ese proyecto. En la imagen, estudiantes durante la protesta contra la reforma laboral de Hollande, en París. Christian Hartmann (REUTERS) Los tres sindicatos estudiantiles más activos han organizado cientos de asambleas en institutos y universidades para promover paros y manifestaciones. En la imagen, estudiantes portando carteles contra la nueva reforma. PHILIPPE WOJAZER (REUTERS) En la región de París, los estudiantes han bloqueado desde primera hora los accesos a una treintena de liceos —un centenar en todo Francia de los 2.500 existentes— con barricadas formadas con contenedores de basura y mobiliario urbano. En la imagen, tres estudiantes en un momento de la protesta en Burdeos. NICOLAS TUCAT (AFP) Las principales manifestaciones se han registrado en París, donde han protestado en total unos 100.000 estudiantes y trabajadores. En la imagen, vista de la manifestación de trabajadores y estudiantes en Marsella. Claude Paris (ap) Esta primera manifestación es simbólica también por el peso que puedan tomar las siguientes, que podrían revivir las que en 2006 acabaron con el Contrato de Primer Empleo (CPE), medida estrella del plan del Gobierno de Dominique de Villepin para luchar contra el paro de los jóvenes. En la imagen, estudiantes y trabajadores se enfrentan a la Policía. ROBERT PRATTA (REUTERS) En varias manifestaciones, sobre todo en la de París, han hecho acto de presencia militantes de movimientos radicales y antiglobalización, que han realizado numerosas pintadas en paredes y monumentos. En la imagen, varios estudiantes en la manifestación de Marsella. Claude Paris (AP) En las protestas han participado destacados socialistas críticos con el Gobierno, y especialmente contra Valls y el ministro de Economía, Emmanuel Macron, acusados de impulsar “la deriva liberal” del Ejecutivo. En la imagen, una joven da un corazón de papel a un policía durante la protestas en Lyon. ROBERT PRATTA (REUTERS) El Gobierno considera que la movilización en las calles ha sido inferior a la anunciada por sus convocantes. En la imagen, estudiantes durante las protestas por las calles de París. THOMAS SAMSON (AFP) El principal aliado del Ejecutivo ha sido el mal tiempo —lluvia, viento y frío por casi todo el país—, que ha disuadido a muchos de sumarse a las protestas. En la imagen, un joven sostiene un libro del código laboral. NICOLAS TUCAT (afp) Los sindicatos advierten que la de ahora es solo la primera de las muchas protestas preparadas. Para el día 31 preparan la más importante: una huelga general. En la imagen, un joven tira una piedra a los antidisturbios. LOIC VENANCE (AFP) Decenas de miles de manifestantes optaron por participar en la protesta virtual organizada en las redes sociales por los mismos promotores del citado manifiesto crítico. En la imagen, estudiantes con carteles durante la manifestación en París. Christophe Ena (AP) El texto será presentado en Consejo de Ministros el 24 de marzo y no deroga las 35 horas semanales, pero flexibiliza el tiempo de trabajo y, según los críticos, las dinamita de facto con "innumerables" posibilidades para superarlas sin penalizaciones. En la imagen, una de las manifestaciones en París. DOMINIQUE FAGET (AFP) El proyecto llegará a la Asamblea y al Senado en abril y mayo, respectivamente, y la protesta de este miércoles no es más que un preludio de la gran manifestación y huelga general convocadas para el 31 de marzo y de la prevista este sábado para presionar al Gobierno durante las rondas de concentración. En la imagen, un hombre porta un megáfono durante la manifestación en París. DOMINIQUE FAGET (AFP)