Colin Farrel, del infierno a la portada de ICON

ICON, la revista masculina de EL PAÍS, dedica este mes su portada a Colin Farrell. El famoso actor irlandés, a quien recientemente hemos podido ver en la segunda temporada de la serie True detective, ha dejado atrás las polémicas y los escándalos que lo acompañaron durante los primeros años de su carrera y, además de posar en exclusiva en Londres, ofrece su versión de los hechos. “Llegué a Hollywood con 22 años y se me ofrecieron todo tipo de posibilidades. En un par de años hice lo que otros actores no logran en toda una vida. No puedo explicar cómo ni por qué”, dice. El subidón terminó en 2005, cuando tras los fracasos de Alexander y Corrupción en Miami, ingresó en una clínica de desintoxicación. “La culpa fue solo mía”, reconoce. “Tuve que descubrir quién era día tras día. Hay que llenar los huecos con otra cosa”. Farrel hoy es otro. Padre de familia, hace yoga y todo lo posible por conciliar el trabajo con su vida familiar. “Me es muy difícil estar lejos de mis hijos cuando estoy rodando. Si no trabajo, estoy para lo que sea, llevarlos al colegio y cuidarlos si están enfermos”.

Como no es bueno que el hombre este solo, al protagonista de London Boulevard le acompañan este mes en la revista personajes como los actores Jude Law y Hugo Silva, el artista conceptual Richard Long y el músico Coque Malla, que estrena disco, El último hombre en la Tierra. “Creo que las cosas están como están por nosotros. La solución no está en votar a este o al otro, sino en cambiar nosotros. Hagamos una revolución espiritual”, propone el madrileño. Junto a este plantel, destaca también en el número de marzo la presencia de Aura Garrido. La actriz de El Ministerio del Tiempo, que ha posado en exclusiva para nuestras páginas, tiene las cosas muy claras. “No quiero ser la chica fácil de la foto ni convertirme en otra persona cuando hago entrevistas”, advierte.

El número de marzo, que se podrá conseguir gratis con el periódico el sábado 5 y luego adquirirse en quioscos por tres euros, se adentra además en el mundo de los replay centers, organismos que juzgan en directo, pero desde la distancia, las jugadas más dudosas de la NBA, la NFL (fútbol americano) o la NHL (hockey sobre hielo). A través de decenas de cámaras y en menos minutos corrigen las decisiones arbitrales para evitar atracos como el cometido, por ejemplo y sin acritud, por el colegiado egipcio Al Gandour contra España durante los cuartos de final del Mundial de Corea y Japón. Llegará un día en que todos los deportes se arbitrarán así.