Sí, pero no
Los actos y las palabras de Pablo Iglesias no dejan resquicio a la duda: los dirigentes de Podemos no tienen ninguna intención de conformar un gobierno de coalición que pivote en torno al Partido Socialista. Las formas, prepotentes y altivas, con las que actúan producen sonrojo y son cualquier cosa menos constructivas. Nadie discute el soplo de aire fresco que los partidos emergentes han llevado al Congreso de los Diputados. Nadie discute, tampoco, que sin los recién llegados las actitudes de los dos grandes serían las mismas y la tan cacareada regeneración sería solo gatopardismo; por eso, no se entiende que, ante la posibilidad de formar un gobierno que permita dar un salto estructural a nuestra no tan joven democracia, construyan un discurso que, con sus actuales premisas, es un muro infranqueable tanto para Pedro Sánchez como para todos los que entendemos la política como cooperación en pos del bien común. Menos soberbia; más humildad.— F. Javier Santos.
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