Tapar esculturas
Durante la visita del presidente de Irán a Italia, los anfitriones han tenido la deferencia de tapar esculturas y no servir vino durante la cena por respeto a la cultura persa, incompatible con los valores occidentales. Es un hecho grave porque no se trata de una ONG o asociación medianamente conocida, sino del Gobierno de uno de los países más importantes de Europa. Se trata de una prueba más de hasta dónde estamos dispuestos a degradarnos con tal de obtener unos contratos, aun a costa de negar nuestra identidad.— Daniel García Delicado.
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