El cambio en nuestras manos
El pasado mes de octubre se conoció la noticia del fallecimiento de Diego, un pequeño de 11 años que decidía poner fin a su vida dejando como testimonio una carta con estas palabras: “Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir”. Se ha decidido reabrir el caso por el posible acoso escolar que podría haber sufrido. Estos sucesos me provocan una especial conmoción, ya que como estudiante considero que me afecta de forma personal. Cualquiera de nosotros podríamos habernos visto afligidos por la misma causa. Creo que detener el bullying está principalmente en mano de los estudiantes, que debemos decir “no” a participar, o simplemente no permitir que hechos como estos se lleven a cabo.— Natalia Escobar Alcalá.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.