Los Minis: cronistas de la narcocultura
Como muchos otros grupos, Los Minis forman parte de una industria que crece junto con las hazañas de los capos mexicanos.
Los narcocorridos vuelven a sonar con fuerza. Basta que Joaquín El Chapo Guzmán protagonice otra de sus aventuras -en este caso su tercera detención- para que este subgénero de la música popular mexicana vuelva a exaltar las andanzas de los narcotraficantes casi como si fueran héroes clásicos. En el norte de México suenan en las cantinas, los billares y hasta en los coches con cristales tintados cuando se detienen en un semáforo.
Los Minis, unos chicos de 20 años que a veces han sido despertados en mitad de la noche para ir a cantarle a jefes de la droga que llevan varios días sin dormir, nos cuentan la aventura de escribir y cantar letras que glorifican a unos delincuentes pero pueden enfadar a otros. No disparen al pianista, por favor.
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