La normativa de las líneas aéreas
Me llamo Nahia y tengo tres meses de vida. Estas Navidades iba a viajar a Costa Rica con mis padres y hermano para conocer a mis abuelos, tíos y primos. Por desgracia, y al igual que otros muchos bebés este año, la bronquiolitis me atrapó fuerte de tal forma que mis padres, angustiados, me llevaron a urgencias. Los médicos dieron la opción de ingresarme o de llevarme a casa y regresar al día siguiente. Mis padres decidieron llevarme a casa; así dejábamos la cama libre para otro bebé que estuviera peor que yo. Llevamos varios días visitando a los médicos a diario y mis padres intentando negociar con la compañía aérea el reembolso del viaje. El motivo por el que no nos reembolsan el dinero es porque no me han ingresado. Mis padres no se arrepienten de haber declinado la cama del hospital, pero se entristecen por no poder llevar a sus nietos con sus abuelos este año.— Marta Alós Gómez.