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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado

El rescate del verde público

En todas las ciudades del mundo existen espacios verdes totalmente desaprovechados. Parece ser que hay una tendencia global por parte de algunos organismos municipales en querer echarlos a perder…

Ya sea por el coste de mantenimiento, por la falta de sensibilidad y conciencia, o por el poco interés en querer tener una ciudad florecida, en muchos municipios se ha optado por sustituir el verde por el asfalto; muchas plazas, parques y paseos se han convertido en espacios monótonos y grises, en estacionamientos públicos, o simplemente, en espacios de paso donde pocos son los que juegan, observan, disfrutan, leen y los usan como tal.

Desde hace años, existe un movimiento urbano relacionado con la agricultura o jardinería urbana, llamado Guerrilla Gardening, intentando reivindicar el uso de los espacios verdes de las ciudades. A pesar de que su nombre pueda tener una connotación negativa para algunos, este movimiento urbano se encarga de rescatar los espacios grises de las ciudades a través de la plantación de semillas, flores y plantas.

Para algunos, este movimiento es considerado como una reivindicación, otros lo califican como un intento de hacer las ciudades más verdes, mientras otros lo entienden como un movimiento que pretende relacionarnos con lo que comemos.

Guerrilla Gardening en Londres

El Guerrilla Gardening nació en la década de los 70, acuñado por el artista Liz Christy, quien tuvo la necesidad de reivindicar la falta de inversión en los espacios públicos de su barrio. Christy comenzó a esparcir semillas en un espacio baldío y en desuso de su vecindario. A la larga, este esfuerzo culminó en un jardín comunitario, en la esquina de las calles Bowery y Houston en Manhattan, llamado a día de hoy “Liz Christy Community Garden”. Lo que comenzó como una acción ilícita, pronto se hizo de renombre en la ciudad de Nueva York.

Éste fue el inicio y nacimiento de las Guerrillas Verdes, grupos de personas invitadas a participar en jardines comunitarios con la finalidad de lograr la legitimidad de algunos de ellos, dándoles protección contra el desarrollo urbanístico.

En la actualidad, este fenómeno se ha convertido en un movimiento global y masivo. Como un crimen organizado en versión verde, las ciudades se contagian de jardineros entusiastas – conformados por pequeños, jóvenes y adultos- que se comunican entre sí a través de la red o del boca a boca. Ellos son los encargados de rescatar los espacios grises de las ciudades, de una forma totalmente voluntaria y altruista, sin necesidad de pedir permisos, papeles o hacer trámites innecesarios.

El Guerrilla Gardening, como muchas otras formas de acción o comunicación ciudadana, no suele ser legal (al menos que sea abiertamente sancionado por una ciudad). Algunos jardineros han sido cuestionados por las autoridades siendo sospechosos de actos vandálicos…

Su aporte a la remodelación de la ciudad es totalmente creativo y consciente. Saben qué y donde plantar para ofrecer al público una planta que perdure. La mayoría critica las plazas de flores que se riegan en abundancia y se rocían con pesticidas. Todos ellos abogan por los árboles frutales en espacios públicos, las veredas con hortalizas y el rescate de los abetos de navidad vivos antes de que sean arrollados o abandonados en cualquier basurero.

Ejemplos de intervenciones urbanas, Guerrilla Gardening (enlace)

La idea de este grupo es la de no evitar la tentación generosa de sembrar una planta en la base de un árbol lleno de colillas, llenar de flores un contenedor sucio, construir jardineras en plazas, plantar semillas en las alcantarillas o colgar cestas con flores en los postes de luz…

Los espacios verdes producen un retorno si los usuarios interactúan con ellos. Y la intención de este movimiento urbano es la de transformar, a través de la jardinería, pequeños espacios y rincones para buscar esa interacción con los residentes del lugar.

Comentarios

Las alcantarillas son desagües pluviales. Mal estaría convertirlas en sitios de siembra de semillas, porque la función de la alcantarilla es drenar la mayor cantidad de agua posible cuando llueve, para evitar inundaciones.
Las alcantarillas son desagües pluviales. Mal estaría convertirlas en sitios de siembra de semillas, porque la función de la alcantarilla es drenar la mayor cantidad de agua posible cuando llueve, para evitar inundaciones.

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