La CUP se rompe

Pecando de inexperiencia política, la CUP ha caído en la trampa de los viejos partidos, Convergència Democràtica y ERC, que les han llevado a su terreno haciéndolos renunciar a sus promesas electorales y partiéndolos por la mitad.

Ahora serán la dirección y los 10 diputados los que tomarán la decisión, que probablemente será favorable a la investidura de Mas como president. Decisión que solo servirá para hacer desaparecer un grupo político que había ilusionado a muchos jóvenes catalanes y que, sin compartir sus postulados, merecían mi respeto por la frescura que habían aportado a la política catalana. Y este sacrificio no aportará más que fracaso en un proceso que no tiene futuro, en una España dominada por los partidos constitucionalistas.

El taimado Mas, con esta maniobra, no conseguirá más que alargar una agonía que no tiene otra salida que su muerte política. Siento que esa juventud, que se había acercado a la política a través de la CUP, se repliegue y vuelva a renegar del sistema. Una lástima.— José Luis Rodríguez Fernández. Cunit (Tarragona).

¡Qué casualidad! 1.515 a 1.515 y sin observadores electorales. ¡Qué inquietante casualidad!— Eliseo Pascual Gómez. Alicante.