Tiempo de pactos

Vistos los resultados de las elecciones del pasado domingo, y ante la alarma suscitada por los resultados y la aparición de nuevos partidos políticos, quiero hacer mención a que esta situación no es nueva en Europa. Puede que sea porque llevan muchos más años de democracia que nosotros y están acostumbrados. Basta recordar los casos de Francia, donde el presidente de la República era de una tendencia y el primer ministro de otra, a esto lo llamaban cohabitación y el país funcionaba. Ha habido, y hay más casos, en Bélgica, Holanda, Alemania, Italia o Reino Unido. Quizá aquí no entendamos que democracia es el arte de gobernar, y lo que quieren algunos de nuestros políticos es el ordeno y mando, producto de los 40 años de dictadura que padecimos.— Ángel Pérez Nebreda. Barcelona.

Venimos oyendo estos días, tras las elecciones, las quejas de políticos, partidos y medios de comunicación por cómo ha quedado el mapa electoral. Debo decir que yo estoy contentísimo. Démonos un baño de democracia madura y de europeísmo. Es la hora de pactar. ¿No se está hablando de la nueva política? Pues ya está aquí. Se trata de eso, de hablar con el contrario, de intercambiar ideas todos con todos. Quizá nos iría mejor si lo aprendiéramos y no nos empeñáramos, mejor dicho, se empeñaran, en esas mayorías absolutas tediosas que hacen creer a los políticos que, por disponer de ellas, pueden hacer lo que quieran. ¿A qué ahora, en este momento, ciertas posturas arrogantes y declaraciones altisonantes suenan anacrónicas? Eran fruto del rodillo. Eso se ha acabado. Que pacten, que hablen, que hagan funcionar este país como es debido. No más mayorías absolutas, por favor. Si lo hacemos bien, la democracia española va a salir verdaderamente fortalecida.— Javier Crespo. Valencia.