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Migrados
Coordinado por Lola Hierro

Periodistas a pie de playa para ayudar con el rescate de refugiados

<span style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: 8pt;">Una voluntaria abraza a un niño recién sacado del mar en la playa de Lesbos, Grecia, el 18 de diciembre. (AP Photo/Santi Palacios)</span>
Una voluntaria abraza a un niño recién sacado del mar en la playa de Lesbos, Grecia, el 18 de diciembre. (AP Photo/Santi Palacios)

AUTORA INVITADA: MERCÈ RIVAS

Se calcula que hasta el momento han llegado a Europa un millón de personas que han tenido que salir de su país, huyendo de la guerra y de los conflictos bélicos. Ante unos datos así de estremecedores, tres periodistas españolas han decidido no seguir cruzadas de brazos y han puesto en marcha el proyecto Welcome to Lesbos para atender, a pie de lancha, a los refugiados sirios, iraquíes o afganos. Bajo el hashtag: #Nosvamosamojar, Elena Herreros, María José Carmona y Beatriz Alfaro están recaudando fondos para comprar lo indispensable para atender a los recién llegados.

En Lesbos trabajarán mano a mano con la ong catalana Pro Activa, creada para salvar vidas en el mar, tal como ellos mismos definen su labor. Los voluntarios de la citada organización son los primeros en atender a los refugiados que llegan en lanchas de plástico en situaciones muy precarias y peligrosas.

La mayoría de hombres, mujeres y niños que navegan en estas embarcaciones no saben nadar y llegan con ataques de ansiedad, pánico y muertos de frío tras pasarse horas en el mar cruzando los tan solo nueve kilómetros que separan la costa de Turquía de las playas de Lesbos. Los socorristas de Pro Activa los rescatan a la hora de abandonar las barcas, a veces cuando estas están a punto de hundirse, y consiguen evitar situaciones dramáticas como la del 27 de octubre, cuando volcó una lancha en la que viajaban 300 personas. 242 fueron rescatadas, pero el resto perdió la vida. Oscar Camps, director de Pro Activa, ha explicado reiteradamente la angustia vivida por estos voluntarios a la hora de tener que elegir entre una persona u otra en el momento de un naufragio.

Tras el desembarco, será el equipo capitaneado por las tres periodistas el que comienza a desarrollar su trabajo: facilitar ropa seca, cambiar los pañales a los bebés, ofrecer mantas térmicas, biberones y trasladar en coche a los ancianos y niños más pequeños al campo de refugiados más cercano, el de Moria, que está a 40 kilómetros de la playa. Elena Herreros, Maria José Carmona y Beatriz Alfaro trabajarán en la costa de Skala Skamineas, al norte de Lesbos, donde llegan el 90% de las lanchas.

Con la ayuda de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS) y Bienvenidos Refugiados España, acaban de lanzar una campaña de difusión del proyecto con el objeto de recaudar el dinero necesario para comprar en la misma isla, el material con el que atenderlos: ES51 2038 1836 7160 0040 601 (indicando la palabra “Lesbos”).

Una barcaza llena de inmigrantes llega a Lesbos el pasado 18 de diciembre. (AP Photo/ Santi Palacios)

Toda la información sobre el proyecto se puede seguir en las redes sociales a través de la página en FacebookWelcome to Lesbos. También en twitter, mediante los hashtag #nosvamosamojar #hacenfaltamanos o en la cuenta @welcomelesbos.

Las protagonistas de esta acción, que comenzará el 11 de enero, repiten en su llamamiento que hacen falta manos en Lesbos. “Se necesita personal para atender a pie de lancha, especialmente ahora que el frio y la lluvia empeoran el estado en el que llegan. Entre ellas hay desde personas con 90 años, a niños con horas de vida. Necesitan ropa seca, mantas térmicas, un biberón... pero sobre todo alguien que les reciba, que les ayude a calmarse tras un viaje lleno de peligros, que les dé la bienvenida”, afirma Maria José Carmona a El País.

Hace escasas semanas, Mohamed, un chaval libio de tan solo 18 años, tras bajar del bote con la ayuda de los socorristas españoles comentaba Elena Herreros llorando: “Han matado a toda mi familia. Iba a cruzar con mi madre, éramos los únicos que quedábamos vivos. Pero al tratar de huir de Libia nos atracaron. Iban con cuchillos y pistolas. A mi madre la degollaron, y a mí lo intentaron pero puse el brazo entre el cuchillo y mi cuello. He tenido que cruzar solo”. Con mirada aturdida añadía: “Tengo miedo porque me he quedado sin nadie. Además las mafias nos engañan y nos amenazan. Te obligan a subir al bote hombres violentos, con kalashnikov y una vez arriba, te apuntan a la cabeza y te piden el dinero. Y no hay otra opción".

“Todas estas personas que huyen de la guerra necesitan un poco de calor humano y material”, matizan las tres periodistas.

Mercè Rivas es periodista y colaboradora de EL PAÍS

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ASÍ A VER SI SE LAVAN LA CONCIENCIA Y LOS BAJOS, NO COMO OTRAS……….
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