Carteles
Mariano no puede parar de trabajar por España ni aunque lo pretenda, porque en la foto se le muestra sentado, en un despacho, escribiendo. No hay forma de hacerle posar inerte
Me quedé un rato largo mirando el cartel del Partido Popular para estas elecciones, y llegué a unas conclusiones tan geniales que harían llorar peladillas al mismísimo Juan José Millás. Para empezar, da la sensación de que Mariano no puede parar de trabajar por España ni aunque lo pretenda (o a lo mejor lo ha ido dejando todo para última hora como me pasaba a mí en el colegio), porque en la foto se le muestra sentado, en un despacho, escribiendo. Seguramente, en estos momentos, no hay forma de hacerle posar inerte, sencillamente no tiene tiempo (como para debatir con más de una persona); se ha convertido en lo que suele llamarse un culo inquieto. Seguro que les dijo: “Si me vais a hacer la foto hacédmela ya, a pesar de que sabéis que sé, lo qué sé que sabéis”. (Fantaseo, por cierto, con que está escribiendo una lista: Paro, Economía, Unidad de España, Calamardo, Bob Esponja…). Sin embargo, esta febril actividad presidencial que le supongo no se ve reflejada en su rostro. No hay ni rastro de audacia, coraje o determinación. Más bien lo que irradia es algo así como una tranquila y apacible y tierna ausencia de emoción. Tampoco mira el infinito (eso se lo deja a Rivera); no es Mariano muy de visiones y epifanías. Más bien finge escuchar aunque tiene puesto el salvapantallas (creedme, sé de lo que hablo, preguntadle sino a mi mujer).
Ya para terminar, tengo un problema con el eslogan escogido (pero esto seguro que solo me pasa a mí), y es que no puedo evitar leerlo como una pregunta: España ¿en serio?
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