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Tentaciones
lo que hay que ver

No, los hipsters no votan al PP

Aunque el nuevo vídeo del Partido Popular apueste por ellos, los datos les dan la espalda

Enrique Alpañés

No sale Carlos Floriano diciendo aquello de que “nos ha faltado un poco de piel”. No sale una niña enferma con la cara pintada de la bandera de España. En el último vídeo del PP salen hipsters. Hipsters de derechas. La campaña de los populares ha decidido dar la vuelta a los tópicos y tirar de ironía para lanzar la idea de que es un partido de carácter transversal que recoge votos de todos los segmentos de la sociedad.

“No seais muy duros con él” es el consejo que da una moderna prototípica a su panda de amigos antes de que hablen con Raúl, un joven vegano que va al trabajo en bici, se pasa los veranos salvando ballenas y las elecciones votando al PP. El vídeo termina con un mensaje recordando que el PP es el partido mayoritario “porque nos vota gente muy diferente”. Más allá de lo acertado del vídeo y de la recepción eminentemente positiva del mismo ¿qué hay de cierto en esta afirmación?

Hay hipsters del PP igual que hay empresarios de Podemos, pero ambas realidades no dejan de ser una excepción. Lo primero lo sabemos desde que la cantante Russian Red reconociera que se consideraba de derechas, pero toda la polémica y los ríos de tinta que corrieron después de estas declaraciones (¿alguien se imagina una reacción similar si la cantante hubiera dicho que era de izquierdas?) hacen pensar que sus fans tenían una ideología bien distinta. Pero más allá de las anécdotas y los prejuicios, ¿qué dicen los datos?.

La web de viajes Trivago hizo una clasificación de los barrios más hipsters de España, comenzando por el Raval, del que decía que es a Barcelona “lo que Williamsburg a Nueva York”. Si cogemos los datos de las pasadas elecciones municipales en el distrito de Ciutat Vella (donde se encuentra El Raval) nos encontramos con una victoria aplastante de Barcelona en Comú. La formación de Ada Colau consiguió 3.903 votos, seguida de los 2.600 de CiU. Muy por debajo quedaban los populares que no llegaron a las 1000 papeletas.

Pero Barcelona ha sido siempre un lugar difícil para la formación de Mariano Rajoy; movámonos a la capital, que tan buenos resultados ha granjeado históricamente a los de Génova. Las barberías vintage y la proliferación de mercados “con encanto” aseguran que Antón Martín y Lavapiés son los nuevos lugares a gentrificar, así que buscamos los datos de Embajadores, su distrito. Aquí Ahora Madrid arrasó, con 11.385 votos frente a los 1.225 del PP.

Interesante es el resultado que ofrece Malasaña, cuna del movimiento hipster y de los gin tonics con enebro y pétalos de rosa. En el distrito Universidad las elecciones municipales pusieron en cabeza a Ahora Madrid, con 7.505 votos. En segunda posición se encontraba el PP, con unos considerables 4.190. Queda demostrado pues que puede haber algún gafapasta con conciencia ecologista y alma popular.

Hay que tener en cuenta que en todos estos barrios hay una importante presencia de ancianos, así que despejemos la incógnita y analicemos al votante hipster no solo por su lugar de residencia sino por sus características. Según la Wikipedia los hipsters son “jóvenes bohemios de clase media que se establecen en barrios que experimentan procesos de gentrificación, [...] se asocian a la música indie y a posiciones políticas progresistas”. Ignoremos pues que la propia entrada nos está confirmando que sí, que los hipsters son de izquierdas, y analicemos el resto de pistas que nos da sobre ellos.

Son jóvenes. Según el CIS, el PP es el partido que genera más rechazo en este sector de la población. Un 58´2% de los menores de 24 años asegura que nunca les votaría, porcentaje que sube hasta el 64’2% con los jóvenes de entre 25 y 34 años.

Son bohemios. El CIS no pregunta a sus encuestados por su grado de alternatividad y su vida disoluta, así que nos movemos en el terreno de las hipótesis, pero si el estilo bohemio se asocia con el gremio de los artistas (y la RAE confirma esta afirmación) movimientos como la subida del IVA cultural y el histórico enfrentamiento del mundo del cine y los populares hacen pensar que los bohemios no suelen ser del PP.

Son eminentemente urbanos. Otra de las tendencias que apuntaba el último CIS es la salud del bipartidismo en la España rural o ennúcleos urbanos pequeños, mientras que en las grandes ciudades los partidos tradicionales pierden votos para alcanzar un empate a cuatro.

Con los datos encima de la mesa la respuesta parece más que obvia. El movimiento hipster, heterogéneo, diverso y con sus excepciones, está asociado a la izquierda. Tampoco significa esto que el vídeo del PP no sea acertado. Después de todo, en él aparecen cinco hipsters y solo uno de ellos va a votar por Rajoy...

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Sobre la firma

Enrique Alpañés
Licenciado en Derecho, máster en Periodismo. Ha pasado por las redacciones de la Cadena SER, Onda Cero, Vanity Fair y Yorokobu. En EL PAÍS escribe en la sección de Salud y Bienestar

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