La colaboración que brota de las crisis
Por Isabel Benítez, responsable de prensa del OuiShare Fest Barcelona 2015
Si miramos atrás y a nuestra propia naturaleza, que surjan alternativas al modelo económico en las que prima la cooperación y la solidaridad entre individuos se antoja nada casual.
Se dice que estaban hastiados. Aburridos de que les dieran gato por liebre, de que les explotaran, les pagaran poco y les cobraran precios desorbitados por productos de muy baja calidad. ¿Les suena?
Así comienza la historia de los Pioneros de Rochdale. Corría el año 1844, finales de la revolución industrial, cuando un grupo de trabajadores de una fábrica de Reino Unido decidieron rebelarse y crear la que se conoce como la primera cooperativa oficial de consumidores. Su objetivo era poder saltarse a los intermediarios (precisamente, los mismos que controlaban la factoría en la que trabajaban) y comprar al por mayor (o sea, a menores precios) productos que, por aquel entonces, eran de primera necesidad. Además, acceder directamente al productor les daba garantías de que su adquisición no estaría adulterada para aumentar las ganancias, como le ocurría a la harina que los tenderos multiplicaban con cal.
Bien es cierto que ahora no nos reunimos a escondidas en un añejo salón a luz de las velas para rebelarnos contra el sistema (no todos, al menos). Sin embargo, sí que nos asociamos en comunidades y plataformas más o menos virtuales con el único fin de resolver necesidades comunes de manera más eficiente. Curiosamente, creamos grupos de consumo como el de los pioneros, intercambiamos lo que no necesitamos, nos prestamos dinero entre iguales sin pasar por la oficina bancaria y compartimos nuestro conocimiento y nuestras creaciones sin tantos reparos ni trabas legales.
Lo que ha cambiado son los 171 años de historia que han transcurrido desde entonces y la tecnología, pero la esencia y la reacción humana siguen siendo las mismas. No en vano, ni siquiera en ese siglo y medio hemos dejado de colaborar, aunque lo hayamos hecho con convencimiento y de manera generalizada solo por rachas (piensen en el auge de la economía social en los 70). Es lo que nos ha permitido llegar hasta aquí. Colaboramos de manera innata tanto o incluso más de lo que tendemos a competir –está científicamente demostrado.
Sin ánimo de quitarle poesía ni despojarlo de su contenido ideológico-político, el movimiento cooperativo nació por una cuestión práctica, como lo hace ahora la economía colaborativa. Y, aún así, en su planteamiento y ambición última, la economía del compartir tiene el mismo potencial transformador que pueden tener la economía cooperativa, social, solidaria, del pro-común, y otros tantos modelos alternativos que ponen en el centro a las personas para empoderarlas y darles capacidad de decisión sobre sus vidas. Las fronteras son permeables. Lo demuestran muchas iniciativas colaborativas (no todas) que casan perfectamente y a la vez en varias de esas categorías y buscan ir un paso más allá y avanzar hacia un nuevo modelo social.
Por eso, salvando las distancias, tanto en su versión más idealista como en su edición más light, tanto en sus diferencias como en sus similitudes con otros movimientos que también recuperan fuerza en tiempos de crisis, la economía colaborativa tenía que pasar; es su momento, es tiempo de alternativas. A dónde nos lleve tendremos que decidirlo entre todos si, como consumidores y ciudadanos, hemos aprendido de nuestro pasado para (querer) sacarle todo su potencial.
De todo ello, de las posibilidades, las ventajas, los riesgos y los retos de la economía colaborativa se hablará los próximos 19, 20 y 21 de noviembre en OuiShare Fest Barcelona 2015, el primer evento profesional sobre economía colaborativa en castellano. Con más de 70 representantes del sector, se abordarán cuestiones como los nuevos modelos de producción y organizativos, y el impacto de esta otra forma de hacer economía sobre las finanzas, el turismo, la educación y la sanidad. Para más información, visita: http://bcn.ouisharefest.com/ Y si no te lo quieres perder pero no puedes asistir en persona, puedes disfrutarlo desde casa en http://www.glowbl.com/ouisharefest
Fotos:
Hands collaboration, Makamuki0 (CC0 Public Domain)
Guillaume Paumier (CC-BY)
Logotipo OuiShare Fest Barcelona 2015
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